ZBN. Agosto es el mes de vacaciones por excelencia en España. Son 31 días en los que el país frena su ritmo para tomarse un merecido descanso después de un año de intensas jornadas laborales, estrés, carreras, prisas… Millones de personas sueñan con la llegada del octavo mes del año para desconectar, apagar el móvil y dejarse llevar en algún lugar fresco, huyendo del intenso calor que afecta especialmente a ciertos puntos de la Península.
Cada año son más los españoles que apuestan por hacer turismo de interior y descubrir maravillosos rincones sin salir de España. El destino más cotizado, como no, las playas, tanto de Andalucía como de Levante y del norte del país. La variedad es amplia, los destinos de sol y arena no pasan de moda, pero si quieres vivir nuevas experiencias y conocer otros lugares, bien vale la pena fijar la mirada en otros enclaves de nuestra geografía.
Por ejemplo, el Pirineo catalán. En él hay decenas de pueblecitos con el encanto de la montaña en los que es muy fácil perderse. Un ejemplo es Camprodon, en Girona, cuyo Puente Nou, que data del siglo XIII, es parada obligada. O la tranquila Unha, en Lleida, una localidad pequeña con una iglesia que es una auténtica joya, tanto por su fusión de estilo (Románico y Gótico) como por las pinturas murales que alberga.
Además esta zona ofrece múltiples posibilidades de alojamiento, para todas las necesidades y gustos. Entre estas alternativas encontramos webs como Holidu, plataformas online que compara alquileres vacacionales a nivel global y que se adaptan a los requisitos de cada usuario. Aunque sea cual sea el lugar elegido para hospedarse, lo importante es sentirse cómodo y cerciorarse de que reúne todas las características para lograr nuestras vacaciones de ensueño.
Continuando con destinos alternativos, encontramos otra gran propuesta en la Sierra de Cazorla, Segura y las Villas, en Jaén, que invita al senderismo y a visitar el nacimiento del río Guadalquivir. Y, cómo no, la Reserva de Redes en Asturias, una Reserva de la Biosfera que mantiene intacto el paisaje asturiano de hace siglos.
El Valle del Jerte y el Valle del Arlanza, el primero en Cáceres y el segundo en Burgos, son dos espacios ricos en naturaleza que también es imprescindible visitar una vez en la vida. El del Jerte es famoso por sus cerezos, muy bellos en primavera, pero también un lugar ideal para huir del calor estival. Por su parte, el Valle del Arlanza esconde pueblos hermosos, de rica gastronomía, que invitan a un apacible descanso.
En suma, para pasar un verano fresco en España no es necesario emigrar a zonas costeras. Nuestra geografía es tan grande y variada que alberga rincones de interior para conocer, también, en pleno mes de agosto.