Francisco Javier Aguirre. En un juego de superposiciones, el espectáculo presentado el pasado sábado, día 23, en el Teatro del Mercado, dentro del Festival ZGZ ESCENA 2017, por la compañía barcelonesa Señor Serrano, escenificando la idea de Alex Serrano y Pau Palacios, desarrolla las biografías en cierto modo paralelas de John Brickman y Marlon Brando. Paralelas, sobre todo, en cuanto a su final desolado, navegando ambos en la decepción, acosados por el triunfo y sorprendentemente vencidos por la soledad. Además de este paralelismo biográfico, hay un propósito de demolición de las estructuras socioeconómicas nacidas en Occidente durante el siglo XIX y consolidadas en el XX.
Los personajes relacionados tienen un punto de contacto el 3 de abril de 1924, fecha respectiva de su muerte/nacimiento, que establece una consecutividad entre ellos utilizada en el espectáculo como un símbolo de sucesión extrabiológica o, en el campo intencional, como una postura de continuidad.
El gran impulsor de la vivienda en propiedad que fue John Brickman anticipa el trabajo del gran constructor de la presencia escénica que fue Marlon Brando. Sus triunfos respectivos resultan tan solo aparentes y de ello da buena fe el trabajo de los actores de Señor Serrano, fundidos en una unidad de particularidades, cada cual laborando su sector constructivo hasta conseguir la edificación casi repentina de un edificio simbólico que saltará hecho añicos al final del espectáculo, como ejemplificando la falacia de los dos proyectos vitales de sus protagonistas.
El espectáculo tiene una fuerza intensa dentro de su propósito iconoclasta, juega con la sorpresa y lleva a los espectadores zigzagueando por el gran teatro del mundo encerrado en esta ocasión en una sala urbana que bien pudiera representar la reducción de lo grande a lo pequeño y la proyección de lo particular en lo universal.
Una banda sonora muy bien elaborada, junto con el juego de proyecciones y construcción de maquetas, consigue lanzar una bocanada de aire fresco sobre la creación teatral de nuestros días.