Francisco Javier Aguirre. Comenzó el ciclo ‘Mujeres a Escena, 2017’ el pasado miércoles, día 25, en el Teatro de las Esquinas, con la presentación del monólogo multidisciplinar ‘Lacura’ por su creadora, la actriz canaria Bibiana Monje. Ha sido la primera entrega de una serie que ocupará otros tres miércoles consecutivos (días 1, 8 y 15 de noviembre) en el mismo escenario y que, a juzgar por la primicia, va a resultar del máximo interés.
Bibí es una mujer paradigmática de este caótico siglo XXI que opta por desahogar –casi vomitar– todas las tensiones que ha acumulado desde su nacimiento, y por expulsar de su interior todas las presiones que ha sufrido en el ámbito familiar, durante el proceso ‘educativo’ y como resultado de la ‘convivencia’ social.
Su paisaje psicológico es transferible a cualquier otra persona avisada, a cualquier coetáneo inteligente, sobre todo si es mujer. La vida moderna obliga a estomagar cantidad de elementos putrefactos que anidan en el interior de la víctima y corrompen células y neuronas, provocando un derrame de ira y sinrazón como la que vemos en escena.
No es difícil extrapolar el título ‘Lacura’ al término ‘Locura’. La actriz investiga los límites entre lo íntimo y lo privado, haciendo del trauma una trama y exponiendo, con agudo sentido del humor, las heridas ocasionadas por algunas creencias, como señala una nota informativa en la presentación del espectáculo. La historia de Bibí tiene luces y sombras, más audaces las segundas, y convoca a la toma de conciencia para escapar al desaliento.
El montaje es impactante, con un diseño audiovisual de Eduardo López y un espacio sonoro creado por la propia actriz. Los recursos fonéticos de reiteración verbal y gestual refuerzan la contundencia del espectáculo. Es sorprendente la gama de sensaciones que despierta en el espectador debido a la multiplicidad de enfoques y temas tratados, desde la teología a la coprología, convirtiendo la obra en un caleidoscopio sobre la actualidad desde una percepción femenina, pero ampliamente humana.