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Una cena romántica fácil de hacer

Redacción. Vivimos a la carrera. Todos los días son muchísimas las actividades que requieren de nuestra atención. El trabajo puede mantenernos absorbidos durante casi todo el día y eso hace que, al llegar a casa, no se tengan ganas de nada solo de sentarse en sofá a descansar.

Casi se ha perdido la tradición de cocinar. Llegar a casa y preparar una buena comida o cena y eso se traduce en menús desequilibrados y poco sanos que llevan a muchos a pasarse gran parte del año haciendo dieta para cuando llegue el verano. Y, lo peor, puede influir en tener una mala salud y poca energía para enfrentarse al día a día. Tantas cargas también influyen en la manera en cómo nos relacionamos con los demás. ¿Se puede estar tan cansado que no se tengan ganas de socializar ni de salir con amigos? Puede ocurrir. Esto puede influir en la relación que tengas con tu pareja. ¿Se puede tener una relación si apenas se ven porque están tan dedicados al trabajo que después no hay tiempo o están muy cansados como para quedar? No debería ser así.

Si eres de las personas que sufren algunas de estas circunstancias debes saber que no eres la única. A muchos les pasa. Pero es hora de cambiar eso. Es el momento de tomarse un respiro y pensar en tu relación de pareja. ¿Qué tal preparar una cena romántica en casa? No es necesario demasiada parafernalia, existen recetas sencillas para hacer en casa que pueden conseguir que el momento de comer se convierta en toda una experiencia relajante. ¿Cómo preparar una cena romántica?

Por dónde empezar

Planear una cena romántica no solo es preparar un menú adecuado, también es ambientar el lugar para que la atmósfera sea relajante y agradable debe haber una decoración acorde a la situación. No hace falta esperar a un día en concreto para realizar una cena de estas características, sorprender a tu pareja y que no se espere lo que va a ocurrir puede ser el primer paso para que, esta cena romántica, sea todo un éxito.

Una bonita decoración es lo primero en lo que hay que pensar. No tiene porque ser algo cursi, una bonita mantelería con servilletas a juego es una combinación ganadora. Diferentes copas para el agua y el vino, esto es protocolario. Esa vajilla y esos cubiertos que solo sacas en ocasiones especiales son los que debes colocar. Y ¡por supuesto! Unas bonitas velas para crear un ambiente más romántico. Cuidado con el tipo de velas que se pongan. Mejor velas bajas, con olor suave tipo lavanda que ayuda a la relajación, y que no sean demasiado altas para que no impidan que os podáis mirar a los ojos mientras habláis.

Crear el menú

Un menú romántico no tiene que ser algo complicado ni tienes que pasarte toda la tarde cocinando si no quieres. Quizá se pueda preparar el plato favorito de ambos. Pero siempre hay que evitar comidas que sean demasiado pesadas, en especial, si es una cena.

De primero, un entrante sencillo que se pueda preparar mientras se toma una copa de vino y se charla en la cocina. Algo rápido para abrir boca. Después, ya sentados en la mesa, una ensalada de primero puede ser lo más adecuado.

De segundo puede ser carne o pescado. Para el acompañamiento siempre se piensa en las ricas patatas fritas, pero como no queremos que sea una cena pesada es mejor usar verduras. Para cocinar con verduras no necesitas complicarte demasiado, se pueden hacer al vapor o salteadas con un poco de aceite, ¡quedarán estupendas! Y no resultan pesadas.

Como decíamos pueden acompañar a un buen pescado que resulta un alimento ligero para consumir por la noche, en especial, si es a la plancha. Además, hay que dejar sitio para el postre. O si se prefiere también se pueden hacer recetas de solomillo son platos que no tienen mucha complicación y, además, es una carne que se presta para muchas elaboraciones distintas tanto para sorprender si eres manitas en la cocina como para realizar un plato sencillo pero sabroso. La elección es tuya.

El momento más dulce

Lo que no puede faltar es un buen dulce para acabar con un menú redondo. El chocolate es uno de los productos más usados a la hora de realizar los postres más sabrosos. Un brownie, una tarta tres chocolates o un coulant de chocolate, éste último es uno de mis postres favoritos. Tal vez una taza de café para acompañar si no os quita el sueño por la noche. Y no está de más, tras la cena, un licor de los que ayudan a hacer la digestión.

Pequeños detalles que hacen mucho

Los pequeños detalles son los que hacen grandes las cenas de este tipo. Antes se explicaba la importancia de una decoración adecuada que consiga una atmósfera íntima y acogedora que de lugar a una charla sincera. Uno de esos detalles que harán inolvidable esta noche, no solo serán las velas, también una música adecuada. A nadie se le ocurriría poner un disco de una banda de rock ¿verdad? Música agradable, tranquila, que invite a la conversación. Que no esté muy alta, música de fondo.

No está de más vestirse para la ocasión. No hace falta un vestido de fiesta o traje, pero sí algo más formal. Tampoco son necesarios los tacones de aguja, unos tacones medianos que te ayuden a estar cómoda pueden ser la mejor elección. Incluso, pueden ser zapatos bajos mientras no resten elegancia al conjunto escogido.

Un pequeño regalo, aunque no se esté celebrando ninguna fecha especial, es un detalle que nunca pasa desapercibido. Es algo muy romántico, en especial, cuando no se espera. No hay que gastar demasiado dinero, un detalle siempre es algo que hace ilusión. Se puede entregar mientras se toma el postre, durante el momento más dulce de la velada.

¡Muy importante! Durante la cena, el móvil lo más lejos posible de vosotros y en modo silencio. No es momento para intromisiones ni interrupciones. Es vuestro momento y la magia no debe romperse por el sonido de una llamada.

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