Fernando Gracia. Parece evidente que la carrera de Roman Polanski hace tiempo que alcanzó sus momentos más álgidos, aunque en absoluto parece haberla dado por concluida. El hecho de estar casado con una actriz, Emmanuelle Seigneur, tres décadas más joven que el director franco-polaco parece ser un buen motivo para volver a ponerse tras la cámara. Porque tal parece que uno de sus pocos objetivos en la vejez es proporcionar a su interesante esposa papeles de lucimiento.
“Basada en hechos reales” es, si no me salen mal las cuentas, la quinta vez que trabajan juntos, lejanos ya aquellos días de finales de los ochenta en que se conocieron y filmaron las muy recordables “Frenético” y “Luna de hiel”.
En la entrega que ahora nos llega vuelve a adaptar una novela de éxito, algo muy habitual en los últimos títulos del director. Una historia que nos presenta a una novelista superventas que entabla amistad con una supuesta admiradora, amistad que acabará por ser bastante peligrosa.
Una relación en la que una parece vampirizar anímicamente a la otra, que reacciona intentando algo parecido aprovechándose de su imaginación para verter sus ideas en un nuevo libro.
En su primer tercio el filme tiene un cierto aire teatral para desembocar poco a poco en una suerte de thriller psicológico con ribetes de película de terror. El descubrimiento de lo que puede haber de verdad y mentira en el personaje de la mujer que entra en la vida de la escritora viene a ser el nudo central de la trama, cerrada en un final abierto que me ha parecido lo más inteligente de ella.
En líneas generales me ha parecido una película de interés moderado, salvable por la buena actuación de la pareja de mujeres, la citada esposa de Polanski y Eva Green, por la interesante banda de sonora de un grande del género como es Alexander Desplat y porque, como acostumbra, el polaco filma francamente bien.
Los posibles apuntes metaliterarios se diluyen enseguida y la cosa queda más que nada como una apañada película de género que no creo añada grandes glorias a la por otra parte muy interesante carrera del director.
Vuelvo a recalcar que me da la impresión de que el único objetivo a la ya provecta edad del para siempre perseguido por la justicia americana es proporcionar roles de lucimiento de su señora. Aquí consigue cumplir ese objetivo una vez más y firmar una película que quien suscribe calificaría de simplemente aceptable.