Ángela Medrano Muñoz. Sandra Barneda estuvo en Zaragoza para hablar y firmar su nueva novela “Las Hijas del Agua”. Una novela donde los personajes históricos reales se mezclan con otros inventados pero muy bien construidos, una historia sobre una hermandad secreta de mujeres ambientada en la decadente Venecia del siglo XVIII. Las hijas del agua rescata del olvido a aquellas mujeres que lucharon porque fuéramos libres.
Este último trabajo literario de la televisiva Sandra Barreda que es la tercera parte de una tetralogía siempre protagonizada por mujeres y ligada a los cuatro elementos de la naturaleza: Aire, Tierra, Agua y Fuego. Toda una declaración de intenciones de la autora que pone en valor el carácter valiente y luchado de las protagonistas en el incierto viaje hacia el reconocimiento y la libertad, es fácil hacer un paralelismo con los tiempos actuales y los movimientos feministas que protagonizan noticias, declaraciones, movilizaciones etc en torno a la reivindicación del justo sitio y tiempo de la mujer.
Un libro sensual que huye sin embargo de la imagen de la mujer sensible y frívola, ¿qué hay que tener para ser una Hija del Agua?
«Hay que ser muy realista e inconformista. Hay que pensar en las que nos precedieron y ser solidaria con la sociedad, por la que hay que luchar, por las herederas. Una mujer que no se calla, que ha decidido no permanecer en silencio, que ha decidido luchar por su sueños y no le importa romper códigos establecidos, quiere destacarse y significarse».
Venecia es una protagonista en sí misma, ¿Venecia es una Hija del Agua?
«Sí lo es. Desde su historia. Es de las ciudades que seguirá ahí de forma eterna».
Vivimos una época de revisión del feminismo. Dentro el actual contexto, ¿se puede decir que se trata de un libro feminista?
«Los libros no lo son, lo son los autores. Yo soy feminista. El lector y la lectora no deben quedarse con ganas de saber qué es lo que no nos han contado. El libro habla de una historia que ocurrió, existieron mujeres que se relevaron a su destino, que lucharon… en un momento en que se prohibió expresamente la presencia y la actuación de mujeres, precisamente entonces se escriben los primeros textos feministas con autoras mujeres justo cuando se están intentando silenciarlas… Definitivamente, la historia no es como nos la contaron…”
Así lo decía Mary Wollstonecraft en 1797; no deseo que las mujeres tenga poder sobre los hombres, sino sobre ellas mismas.
Para cambiar las cosas hay que pertenecer a la élite que decide esas cosas. Estamos en España y en estos momentos en unos momentos de cambio, más ministras que ministros… ¿cómo ves y vives estos tiempos?
«Así es, superamos la paridad. Es una muy buena noticia. La sociedad ha avanzado en el momento en que la diversidad se ha convertido en motor del talento, del enriquecimiento y del crecimiento. La sociedad está preparada. El talento no entiende de géneros»
¿La mejor amiga de una mujer es una mujer? ¿La peor enemiga de una mujer es una mujer?
«No, yo creo que hay que saltarse esas frases que nos llevan a estereotipos atávicos…me gusta hablar de seres humanos. Escribí esta novela precisamente para romper con aquello de que las mujeres no somos capaces de unirnos…el ser humano se une y comparte con otros seres humanos que sufren por los mismos motivos, somos compañeros de silencios, de maltratos, de injusticias y somos nuestro apoyo de gestas. Cada persona es la mejor amiga de si misma y la peor enemiga…»
¿Cuánta agua de Barneda hay vertida en esta novela??
“Pensé que sería la que más me costaría…la parte mía de las emociones no lo gestiono muy bien en cuanto a que me cuesta poder expresarme bien…pero esta novela ame ha permitido eso de quitarme mi propia máscara, hay mucho de mi, está todo mi universo, quería contar todo eso, hacer un tributo a la mujer y voy a seguir haciéndolo, para agradecer lo mucho que he recibido de las mujeres…si estoy en la situación que estoy no puedo dejar de alzar la voz…»
La máscara, las máscaras ocupan en las descripciones un lugar y presencia notable…
“Sí. Al final de la novela descubres el porqué…cuando dejo de luchar desde la esfera privada y lucho desde la pública, es necesario quitarse la máscara…»
¿Se puede complementar televisión y literatura??
«En mi caso absolutamente complementarios. La tele me sirve para regar el ego…necesitas tener el ego muy bien colocado para estar allí y resolver en tiempo récord. La literatura es un ejercicio de reflexión e introspección. Tengo así un equilibrio perfecto.La escritura me relaja y me ayuda a tocar tierra. Me encanta la adrenalina de la tele pero eso no es la vida…necesito alimentar la persona y no el personaje…eso hay que saberlo gestionar porque le personaje es muy carnívoro, te devora…»
Muchas gracias Sandra por tus reflexiones y por dejar en Zaragoza un trocito de tí, por regar con esperanza momentos y tiempos líquidos, de cambio e incertidumbre!!