Las nuevas tecnologías han llegado para quedarse. Quien no esté dispuesto a subirse al carro de la digitalización corre serio peligro de quedarse en el pasado, anquilosado en una era que ya no da más de sí.
Esto, que a nivel poblacional se traduce a través de la brecha digital, está llegando también al ámbito empresarial. Los consumidores hemos perdido por completo el miedo a comprar y hacer transacciones a través de internet y las empresas se ven obligadas a incorporar el comercio online entre sus servicios para aumentar sus posibilidades de venta y resultar más atractivos frente a los clientes.
Algunos sectores de actividad están claramente dominados por el ecommerce. Vemos así como la venta de entradas para espectáculos deportivos, los servicios de reserva de alojamientos o los pasajes para vuelos se gestionan en gran proporción a través de internet.
Pero existen otras áreas de negocio a las que el comercio online ha tardado más en llegar, y algunas tienen mucho margen de crecimiento en la venta en la red, una de ellas es la venta de flores.
¿Por qué la venta de flores online puede resultar exitosa?
Existen muchas razones que animan a comprar flores a través de la red. Normalmente, cuando se compran flores, esto no se hace de manera individual, como regalo propio, sino que es un obsequio hacia otra persona: una pareja, un familiar…
Si esta situación ocurre con ambas personas en puntos distintos de la geografía nacional, ¿cómo se puede entregar el obsequio? Es ahí donde entran en juego las floristerías online. Ahora es posible mediante Internet comprar flores en la floristería del lugar donde vive el destinatario y ver lo que va a recibir éste, sin tener que incurrir en pagos a empresas intermediarias. Es casi como si fueras tú mismo a la floristería.
Ese es el caso de la floristería Julieta’s Kitten, en Zaragoza, han sabido adaptarse a la perfección a estos nuevos tiempos. En su web se puede encontrar un amplio catálogo de ramos y conjuntos de flores para todo tipo de ocasiones: cumpleaños, nacimientos, bautizos, funerales y cualquier otro momento que asociemos a la entrega de flores.
Las flores como regalo llevan asociado consigo algo más que el propio obsequio. En Julieta’s Kitten se consideran transmisores de sentimientos, y no sólo una empresa que envía flores a domicilio.
De algún modo, las flores son un regalo vivo, y la relación que se mantiene entre el emisor y el receptor del regalo, obliga a ambos a involucrarse en su cuidado.
Las flores y el Pilar, un matrimonio indestructible
Zaragoza es una de las capitales más importantes de España, y en gran parte este mérito se debe a su patrona, la Virgen del Pilar, una de las advocaciones de mayor relevancia en nuestro país.
La Virgen del Pilar es también la patrona de Sudamérica y Centroamérica, lo que la convierte en una de las vírgenes con más devotos en el mundo. Desde Julieta’s Kitten ofrecen un servicio exclusivo de ofrenda de flores a la virgen. Reciben el encargo de llevar flores a la virgen y la persona que ha hecho el encargo recibe como obsequio , viva donde viva, una cinta bendecida de la medida del Pilar.
Aquí es donde floristerías como Julieta’s Kitten muestran todo su empeño, reciben encargos desde Rusia hasta Argentina y los clientes depositan su confianza y su devoción en el equipo de trabajo, lo que implica un sobreesfuerzo para hacer llegar toda esa emoción. Se trata, al fin y al cabo, de transmitir sentimientos.
Desde meses antes del gran día de la ciudad se eligen las flores para el manto de la Virgen que se entregan como ofrenda, pero tal cometido está sujeto a una serie de normas. La primera es que las flores deben ir sin envoltorios plásticos de ningún tipo, para contribuir con el respeto hacia el medio ambiente.
A esto se suma el particular diseño de los ramos, que han de tener forma redonda para verlas desde todos sus ángulos. Las variedades más populares son los claveles, los gladiolos y las rosas, mientras que los colores blanco y rojo son los más demandados, los clásicos de esta celebración.
En Julieta’s Kitten trabajan con una dinámica que repiten cada año, si un grupo va a ofrecer sus flores a una hora temprana (algo que se conoce por sorteo), las flores deben llevar los colores blanco y rojo, pues son las que componen el manto de la Virgen. Cada año, el esquema varía, flores blancas para el manto y rojas para la cruz y la disposición inversa el siguiente año.
Mención aparte merecen el concurso de ramos, centros y canastillas, donde se pone toda la carne sobre el asador, es decir, entra en juego toda la creatividad para satisfacer los deseos de los clientes y engalanar todavía más la ciudad.