Redacción. La Facultad de Ciencias inaugurará este jueves 7 de noviembre la exposición «Miguel Catalán, investigador y maestro», en homenaje a la figura de este gran investigador y docente aragonés con motivo del 125 aniversario de su nacimiento.
La muestra será inaugurada a las 12 horas en el hall del edificio D (Químicas) del centro, por el director general de Investigación e Innovación del Gobierno de Aragón, Enrique Navarro Rodríguez, la vicerrectora de Cultura y Proyección Social, Yolanda Polo Redondo, el director de la Cátedra Miguel de Cervantes, Coronel Miguel Santamaría Villascuerna y el decano de la Facultad de Ciencias, Luis Morellón. A la inauguración asistirán también representantes de la fundación Menéndez Pidal, que custodia el archivo de Miguel Catalán, así como familiares del homenajeado procedentes de diversos puntos de la geografía española.
La exposición, comisariada por Belén Villacampa Naverac, profesora del Departamento de Física de la Materia Condensada e investigadora del Instituto de Ciencias de Materiales de Aragón (ICMA), y Carlos González Larraga, profesor de Enseñanza Secundaria del IES Miguel Catalán de Zaragoza, se podrá visitar en el hall del edificio D (Facultad de Ciencias) del 7 de noviembre hasta final de año.
Con ella se quiere contribuir a resaltar la importancia de este magnífico investigador y maestro que, por esos avatares del destino, ha sido probablemente más reconocido fuera de nuestras fronteras que en su propia tierra.
Investigador de talla internacional, publicó más de 70 artículos científicos. Fue elegido representante español en el Comité de la Unión Internacional de Física Pura y Aplicada en 1924. En el año 1926 recibió el premio de la Real Academia de Ciencias (España) y en 1930 el premio internacional Pelfort. En 1952 fue nombrado asesor de la «Joint Commission for Spectroscopy» organismo regulador internacional. En 1955 fue elegido miembro de la Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. Varios años después de su fallecimiento, acaecido en 1957, la importancia de sus contribuciones para el conocimiento de la estructura de la materia, de gran interés también en astrofísica, le hicieron merecedor del honor de dar nombre a un conjunto de cráteres en la Luna.
Luis Moreno Martínez en 2017, en su publicación Ciencia de Acogida, se refirió a Miguel Catalán del siguiente modo: “Su voz, su nombre, su labor sigue anclada a esa cara oculta de la ciencia. Esa cara que alberga lo humano de lo científico y lo científico de lo humano. Esa cara que nos obliga a cuestionarnos nuestra propia idea sobre qué es realmente la ciencia (si es que podemos darle una única definición) y a replantearnos las fronteras con que con tanta facilidad (aparente) suele rasgarse el conocimiento y la cultura, la ciencia y el poder. Esa cara a la que la historia de Miguel Catalán nos obliga a mirar. De frente”.
Resulta difícil definir a una persona como Miguel Catalán, pero nos atrevemos a enumerar algunas de sus cualidades: fue un científico de renombre, que llegó a trabajar en la frontera del conocimiento; era un entusiasta profesor de Ciencias, amante de la Naturaleza, buen deportista, hombre culto y gran comunicador; perseverante en el trabajo y jovial y cercano en sus relaciones personales.