Redacción. El Instituto Oncológico Quirónsalud Zaragoza amplía su oferta de servicios con una disciplina muy novedosa dirigida al cuidado del paciente diagnosticado de cáncer en todo lo referente a su salud cardíaca. Así, el nuevo servicio de cardiología oncológica del centro de Zaragoza surge para atender de forma específica todas las complicaciones cardiovasculares que, junto con la reactivación de la enfermedad oncológica, son las causas más frecuentes de fallecimiento en pacientes que han superado un cáncer.
El principal objetivo, según explica su responsable, la doctora Ana Marcén Miravete, cardióloga de Quirónsalud Zaragoza, “es estratificar el riesgo cardiovascular de forma basal, optimizar las medidas de prevención primaria y la monitorización correcta del paciente para que así esté protegido frente a los efectos secundarios de la terapia indicada y dirigida por su oncólogo”. Se realiza una estrecha vigilancia del paciente para tratar precozmente la cardiotoxicidad y evitar la suspensión de los fármacos antitumorales.
Y es que “los fármacos quimioterápicos y la radioterapia que precisan las enfermedades onco-hematológicas son potencialmente cardiotóxicos. Es decir, pueden producir efectos nocivos sobre el sistema circulatorio como hipertensión arterial o arritmias, y otros más graves como insuficiencia cardiaca por disfunción ventricular (se debilita la fuerza del músculo cardiaco) o angina de pecho e infarto de miocardio por estrechamiento de las arterias coronarias que riegan el corazón”, explica la doctora Teresa Blasco Peiró, cardióloga de Quirónsalud Zaragoza, que integra también esta unidad especializada.
Este servicio de cardiología oncológica en Zaragoza se dirige a pacientes diagnosticados de cáncer que, además, sean candidatos a un tratamiento potencialmente cardiotóxico, aquellos con factores de riesgo cardiovascular que los haga más vulnerables a desarrollar este tipo de enfermedad, pacientes que ya presentan una cardiopatía en el momento del diagnóstico de cáncer o pacientes que han desarrollado una enfermedad cardiaca a consecuencia de los tratamientos quimioterápicos o radioterápicos recibidos previamente.
El beneficio fundamental de esta área, indica la doctora Ana Portolés, cardióloga del equipo, es que “aporta seguridad, ya que la actuación coordinada del equipo médico multidisciplinar busca que los pacientes reciban el tratamiento oncológico completo y evitar ingresos hospitalarios causados por complicaciones, así como evitar esas mismas complicaciones reversibles e irreversibles a medio y largo plazo. Esto, en conjunto, se traduce en mejores resultados en la salud de los pacientes”.