Redacción. Más de 1.000 niños pasan cada año por las aulas hospitalarias del Hospital Infantil de Zaragoza (900) y del Hospital Clínico Lozano Blesa (135). Los consejeros de Educación, Cultura y Deporte, Felipe Faci, y de Sanidad, Pilar Ventura, han visitado las aulas hospitalarias ubicadas en ambos centros de Zaragoza con el objetivo de conocer el trabajo que realizan los 12 docentes que prestan su servicio en los centros sanitarios de la comunidad. Además, han conocido en su visita el proyecto Lo que realmente importa, que conecta las aulas de los colegios con el propio hospital.
Cabe recordar que ambos departamentos tienen suscrito un protocolo de actuaciones para el desarrollo de actuaciones conjuntas de carácter educativo y sanitario que tiene como uno de sus ejes principales la mejora de la atención al alumnado con determinados problemas de salud y discapacidad, favoreciendo así la educación inclusiva.
Así, durante el curso 2019-2020, el aula hospitalaria del Miguel Servet cuenta con tres docentes de Educación Infantil y de Primaria; el aula hospitalaria del Hospital Clínico está dotada con uno para Educación Primaria y otro para Secundaria. A ellos se suman los miembros del Servicio de Atención Educativa Domiciliaria, que este año son cinco, uno de los cuales realiza, además, labores de apoyo en el Aula Hospitalaria del Clínico. Hay además un docente de Educación Primaria que presta sus servicios en el Hospital de Día Infanto-Juvenil Parque Goya y otro en el Centro de Día Infanto-Juvenil de Salud Mental de Movera.
El servicio que se presta en estas aulas va dirigido a población de entre tres y 16 años y los sanitarios establecen qué alumnado puede asistir a clase y cuál debe ser atendido en la habitación del hospital.
En las aulas se trabajan tanto aspectos curriculares como emocionales y lúdicos en función de las necesidades y posibilidades de cada momento. La diversidad de niveles, situaciones y procedencias del alumnado exige del profesorado una gran capacidad de generar respuestas educativas rápidas, diversificadas y creativas, teniendo dos objetivos principales: asegurar la continuidad del proceso de enseñanza-aprendizaje de los alumnos y hacer más agradable y menos traumática su estancia hospitalaria. Para ello, se utiliza una metodología basada en la atención a la diversidad, es individualizada pero también se realizan actividades cooperativas y trabajos en grupo e igualmente se utilizan nuevas metodologías basadas en proyectos, aprendizaje-servicio, talleres, utilización de las TIC, gamificación…
Por lo que respecta al Servicio de Atención Educativa Domiciliaria también pretende asegurar la continuidad del proceso educativo del alumnado que cursa algunas de las enseñanzas correspondientes a la educación obligatoria y que, por prescripción facultativa, no puede asistir a su centro docente porque su periodo de convalecencia es superior a treinta días.
Una red de corazones
Durante su visita, los consejeros han conocido «Lo que realmente importa», un proyecto iniciativa del Aula Hospitalaria del Hospital Infantil Miguel Servet que trata de que los escolares pongan en valor las cosas cotidianas que verdaderamente les resultan esenciales en la vida. Los niños elaboran unos corazones de manualidad en los que escriben lo que a ellos les importa. Estos corazones llegan al Aula Hospitalaria para los niños que están ingresados y a su vez ellos los llevan y comparten con su centro, formando una cadena de corazones.
Este proyecto lo iniciaron con el colegio Corazonistas-Moncayo junto con el Aula Hospitalaria. Ahora el colegio Valdespartera ha mandado otra tanda de corazones gracias al proyecto al que nos hemos unido, “Una tribu comprometida”. Y así se intenta expandir la red de corazones con otros centros. Son muchos centros los que se han unido: Gustavo Adolfo Bécquer (Garrapinillos), Teresiano del Pilar, Fernando el Católico, Eugenio López, IES Valle del Huecha (Mallén) e IES La Puebla De Alfindén.
Los mensajes que dejan los niños son muy variados y aleccionadores. Para muchos, lo más valioso es la familia, los amigos o “estar sano como una manzana”, como suscribió coloquialmente uno de ellos. Algunos plasman su sentir con un dibujo, como el caso de una niña que confeccionó una mano dentro del corazón de cartulina. A ella, el gotero le impedía usar la mano con libertad.
Algunos niños únicamente requieren atención de un día, pero otros necesitan el apoyo de este recurso durante semanas o meses. Los maestros contactan con los colegios de los que proceden los chavales para mantener contacto con sus profesores y continuar su currículo escolar. Atienden a niños de Educación Infantil, Primaria y Secundaria. Esporádicamente hay casos de Bachillerato e incluso de algún grado de Formación Profesional. También acuden a veces niños de menos de tres años. Voluntarios de la Asociación española Contra el Cáncer acuden cuando necesitan apoyo y se dedican especialmente a los más pequeños.
Además del apoyo diario de la AECC son numerosas las entidades, instituciones o asociaciones que realizan actividades de colaboración con el colegio del Infantil. El pasado viernes, con motivo del Salón del Comic, los Superhéroes visitaron a los niños ingresados y la ilustradora y autora Sara Jotabé impartió un “Taller de comic” en el aula y mañana mismo, la Asociación de Escritores Aragoneses ofrece una sesión de cuentos. La Universidad San Jorge, Etopia, Museo de Zaragoza, UNIZAR o Musethica son otras de las muchas instituciones que apoyan con distintas actividades la actividad en la Escuela del Infantil.