Redacción. Las redes de estudiantes voluntarios que han surgido en la Universidad de Zaragoza para luchar contra el COVID-19 consideran que son “una buena fuerza de apoyo”. Por eso, se han puesto a disposición del Gobierno de Aragón para que conozca su voluntad por colaborar a frenar el avance del coronavirus.
El grupo más numeroso es el que surgió en la Facultad de Medicina. Sus impulsores al ver que diferentes sectores se volcaban en prestar ayuda, decidieron que tenían que poner en marcha algo “porque elegimos una profesión para ayudar a los demás”. El grupo de Voluntarios de la Facultad de Medicina está abierto a los estudiantes de todos los cursos y se preocupa por el bienestar de todos sus integrantes. Por eso, si algún miembro del grupo convive con personal de riesgo evitan las tareas que entrañen cierto peligro.
En estos momentos ya pertenecen a los Voluntarios de la Facultad de Medicina cerca de 500 alumnos y la cifra sigue creciendo, a través de unas listas que pasan por cada curso y en las que incluyen los datos de contacto y el lugar donde se encuentran realizando la cuarentena. De esa forma se pretende que, por ejemplo, las personas que viven en Huesca estén localizadas por si surgen iniciativas en la capital oscense.
Esos listados se envían al departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón para que conozca la disponibilidad de estos voluntarios. Por ahora, están trabajando en dos proyectos. El primero consiste en atender un teléfono de asistencia a los mayores para ofrecerles consejos de autocuidado e higiene y, también, información sencilla y cercana para intentar reducir su angustia y evitar la desinformación. Esta tarea la desempeñan los alumnos de quinto y cuarto curso, que han sido instruidos para desarrollar esta labor. El segundo proyecto, que desempeñan los estudiantes de sexto, es otro proceso telemático por el que se llama a las personas que en el test online dieron un riesgo intermedio de ser positivos. Con esas llamadas se indaga un poco más y se valoran las medidas a tomar. Esta labor está supervisada por médicos y cuerpo de enfermería jubilados.
Además, el grupo de Voluntarios de la Facultad de Medicina está evaluando participar en otras iniciativas, junto al Colegio Oficial de Médicos de Zaragoza (COMZ). Por supuesto, todas estas funciones son susceptibles de cambiar y adaptarse a la evolución de la pandemia.
Por otro lado, los alumnos de los grados de Enfermería de la Universidad de Zaragoza también surgieron grupos de voluntarios. En este caso, los centros enviaron emails a los alumnos para facilitar la creación de estas redes. Más de 200 estudiantes se apuntaron y ya están también a disposición del departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón.
Una situación similar ocurrió con los investigadores predoctorales que son enfermeros, que se ofrecieron al Ejecutivo autónomo para que los recoloquen en el lugar que consideren que son más necesarios.
Los alumnos de Veterinaria también pusieron en marcha una red de ayuda en la lucha contra el coronavirus al conocer las iniciativas de otros grados sanitarios. Tardaron tres días en crear las listas de voluntarios, que bautizaron con el nombre de Voluntarios Coronavirus de Veterinaria, y a día de hoy cuentan con ochenta personas inscritas.
Por último, alumnos, profesores e investigadores de la Escuela de Ingeniería y Arquitectura (EINA) están apoyando la plataforma coronavirusmakers.org, abierta a cualquier persona de España que tenga una impresora 3D. Para unirse, a través de un enlace en la página, hay que tener instalado Telegram y acudir al grupo de Zaragoza, leer cuidadosamente las instrucciones y, después, empezar a imprimir. La plataforma gestiona la logística, como recogida y distribución del material.
En Aragón ya se han unido cerca de 2000 personas y más de 300 son profesores, alumnos e investigadores de la EINA. En este momento la principal actividad es la producción de pantallas protectoras, pero hay grupos que están desarrollando otros materiales, como mascarillas o ventiladores, y cuando se disponga de prototipos correctamente validados, la plataforma comenzará a imprimirlos.
Todos estos grupos de voluntariado coinciden en señalar que “la Universidad de Zaragoza, sus estudiantes, su personal de administración y servicios y los profesores pueden aportar mucho, desde conocimientos científicos hasta el trabajo de sus miembros en aspectos concretos”. Por eso, la Universidad de Zaragoza, a través del equipo rectoral, ha respaldado estas iniciativas y ha ejercido de enlace entre los estudiantes y las instituciones para aprovechar esta ola solidaria que crece día a día.
Coinciden en otra cuestión, en lanzar un mensaje de responsabilidad “porque tenemos que entender que es una situación gran dificultad, en la que tenemos que hacer un buen uso de los recursos, quedarnos en casa y no saturar la sanidad”. Al mismo tiempo envían mensajes de esperanza y afirman que “entre todos conseguiremos superar esto aunque ahora lo veamos difícil”.