Redacción. Ante la situación de emergencia sanitaria causada por el COVID19 en la que nos encontramos, desde Colegio Oficial de Arquitectos de Aragón, en desarrollo del servicio público que tiene encomendado, ha decidido poner en marcha una bolsa de arquitectos voluntarios que pone a disposición de las Administraciones que así lo requieran.
Se trata de un listado de arquitectos que, voluntariamente, han dado respuesta a la llamada del COAA solicitando su colaboración para cubrir posibles necesidades de adecuación o reestructuración de espacios, así como cualquier otra necesidad de tipo técnico, que se pueda derivar de esta situación de crisis y que la Administración pueda demandar de manera urgente.
La respuesta que se está obteniendo por parte de los colegiados es muy satisfactoria, pues ya son más de un centenar de arquitectos los que se han presentado como voluntarios para poner su granito de arena. Y lo hacen desde Zaragoza, Huesca y Teruel. Sobre la respuesta recibida por los colegiados, la Junta de Gobierno del COAA comenta: “Nos sentimos muy orgullosos de nuestro colectivo y agradecemos la solidaridad y la responsabilidad social que demuestran con este gesto”.
Muestra de fotografía Instagram ‘Arquitectura Emocional’
Por otra parte, dada la excepcionalidad del escenario, en el que la arquitectura de nuestros hogares está teniendo un papel protagonista, desde Colegio Oficial de Arquitectos de Aragón, nos invitan a compartir aquellas imágenes que reflejen las emociones ante esta extraña realidad y su relación con el espacio que habitamos.
Las instantáneas que se reciban en la cuenta de instagram “coaaragon” conformarán un álbum de fotografías de “Arquitectura emocional” que finalmente tendrá su desarrollo físico en una exposición en la sede del Colegio Oficial de Arquitectos de Aragón (Palacio de los Torrero, Zaragoza). Para que cuando este staus quo retorne a su normal devenir se convierta en el recuerdo de una historia pasada.
Desde una mirada positiva, nos invitan a mostrar cómo la vivienda es ahora el refugio en el que resguardarnos de este diminuto enemigo, mientras reaprendemos a gestionar el tiempo y a disfrutar de los nuestros (presencial o virtualmente). Un álbum emocional que también podrá contener imágenes del paisaje urbano de nuestras ciudades, el único horizonte que observamos, ciudades vacías, cuasi utópicas, que nos recuerdan a relatos del mismísimo Ray Bradbury…