Redacción. El director gerente de la Fundación Dinópolis, Luis Alcalá, recopila en un nuevo libro, “Dinosaurios de la Península Iberica” un total de 45 especies distintas de España y Portugal. Se trata de un volumen de gran formato, editado por Susaeta Ediciones y que permite incluir imágenes en las que se muestran todas sus características.
Posiblemente, dos de los nombres científicos completos más conocidos sean Homo sapiens y Tyrannosaurus rex. Este nuevo libro reúne a humanos y a dinosaurios: a los primeros como observadores y a los segundos como observados. Pero, a diferencia de tantas publicaciones dedicadas a los dinosaurios, Tyrannosaurus rex no protagoniza sus páginas, sino los dinosaurios ibéricos que, a pesar de ser mucho menos populares que los norteamericanos, eran tan fieros, tan grandes, tan diversos y tan espectaculares como ellos. Además, la situación de la península en el centro del conjunto de tierras emergidas que existían durante el Jurásico y el Cretácico les proporciona un especial interés a la hora de establecer las relaciones entre dinosaurios de diversos continentes.
Dinosaurios ibéricos
Los dinosaurios ibéricos pueden presumir de una dilatada historia que arrancó hace varios siglos en Portugal y a la que se sumaron los fósiles españoles en el siglo XIX, cuando se publicaron restos hallados en Castellón y Teruel. Precisamente de Teruel proceden el primer nuevo dinosaurio descrito en España, Aragosaurus, y el gigantesco Turiasaurus, que permitió definir un nuevo grupo de colosos cuyos representantes se han encontrado también en la provincia de Valencia y en el distrito de Lisboa, así como en otros continentes.
El libro presenta, a lo largo de sus 272 páginas, a cada uno de los 45 dinosaurios ibéricos más relevantes, retratados mediante sus reconstrucciones (confeccionadas especialmente para el libro), sus principales características históricas y anatómicas, la antigüedad de los yacimientos en los que se han encontrado y sus relaciones de parentesco. La información de estos dinosaurios se complementa con apuntes metodológicos, información de las huellas que dejaron y una recopilación de museos en los que se exponen sus fósiles, así como de los lugares de procedencia que se han habilitado para su visita. Los textos son fácilmente comprensibles y el gran formato del libro ha permitido incluir más de 750 imágenes que lo convierten en una obra muy apropiada para introducirse en el mundo de los dinosaurios peninsulares de un modo atractivo.