Redacción. La consejera de Sanidad del Gobierno de Aragón, Pilar Ventura, ha presentado su dimisión al presidente del Ejecutivo autonómico, Javier Lambán, quien ha aceptado su renuncia y reconocido la responsabilidad de su gesto en medio de la gestión de la pandemia.
La consejera ha explicado que su decisión ha sido meditada y adoptada con sentido del deber para no “ser un estorbo” para la superación de la crisis, tras las críticas de colectivos sanitarios contra la consejera en los últimos días a raíz de “unas equivocadas” palabras en su última intervención en sede parlamentaria cuando hacía referencia a los primeros momentos del pico de la enfermedad en las que faltó material de protección -calificó con «estímulo» para los sanitarios que éstos tuvieran que hacerse sus trajes de protección ante la escasez de material-..
La consejera ha insistido en que no tuvo intención de ofender y, al igual que lo hizo al día siguiente de su intervención, como también lo hizo el presidente el pasado domingo, hoy ha vuelto a pedir perdón por no haber podido dotar a los profesionales en su momento del suministro de equipos de protección necesarios.
«Hemos hecho todo lo que se ha podido y trabajado con absoluta dedicación y empeño para evitar el colapso del sistema sanitario y contener la transmisión de la enfermedad», una labor que, ha dicho Ventura, se ha hecho también con el esfuerzo de los profesionales sanitarios y «con el sacrificio de la sociedad aragonesa, cumpliendo las medidas confinamiento con gran responsabilidad».
«No quiero ser un estorbo para la recuperación»
Una gestión que, ha reconocido, ha permitido que todo Aragón haya podido entrar en la fase I, en la que se ha relajado el confinamiento y que va a permitir que el sector empresarial y productivo «pueda tener alguna posibilidad de recuperación».
«Aragón ha sacado sus fortalezas y hay un futuro esperanzador, pero no puedo estar al frente cuando sindicatos y profesionales no me aceptan. No quiero ser un estorbo para esta recuperación«, ha argumentado Ventura, quien ha dicho que en su decisión de dimitir ha pesado, por encima del cargo, la salud de los aragoneses y dar a la sociedad la posibilidad de una recuperación social y económica.
Por su parte, el presidente de Aragón, Javier Lambán, ha confesado que él «jamás» hubiera tomado la decisión de cesar a la consejera porque «su trabajo ha sido impecable desde el día que tomó posesión».
Una dimisión que para Lambán «acrecienta» la categoría de Ventura «como persona, mujer, como responsable política, su altura moral y ética» y que le reafirma en el acierto de su nombramiento como consejera de Sanidad.
Lambán, que ha agradecido esta decisión «de todo corazón», así como su compromiso y dedicación al cargo, ha insistido en que “nadie ha sufrido más que ella por la ausencia de materiales de protección ni ha trabajado más por pertrechar al sistema de salud de esos materiales de protección ni se ha dejado la piel por encarrilar esta crisis».
Comienza una nueva etapa en la que el presidente aragonés aboga por tener una relación «cordial» con sindicatos sanitarios y colegios profesionales para tener un sistema sanitario eficiente porque «quedan muchas etapas por superar».