Cuando hablamos de confinamiento, hablamos de contacto físico ya que es, quizá, el factor que más nos está afectando. Nos hemos adaptado mejor o peor al trabajo en casa, a las gestiones 100% online, la rutina casera o la búsqueda de entretenimiento para romper la monotonía. Además, los paseos nos han dado un nuevo aliciente y el cambio de fase un atisbo de normalidad que, incluso, nos está haciendo valorar lo que antes resultaba rutinario. Sin embargo, no sucede lo mismo con el contacto físico, lo echamos de menos o lo echamos de más pero está claro que, ni está resultando fácil pasar 24 horas diarias con nuestra pareja, ni lo está siendo no ver a amigos y familiares. Y claro, si hablamos de contacto físico, entra en juego el sexo, que por exceso o escasez también está siendo protagonista en tiempos del COVID-19.
¿Cómo está siendo el sexo durante el confinamiento?
Los expertos señalan la importancia de practicarlo regularmente si convivimos con nuestra pareja no solo para rebajar la tensión que puede provocar una convivencia tan intensa como la que estamos experimentando, sino como fuente de felicidad. En este sentido, los expertos señalan la masturbación como eje de la práctica sexual, tanto solo como acompañado, ya que activa la llamada química de la felicidad. Por lo tanto, favorece a la pareja, pero también a aquellos que viven solos este Estado de Alarma, siendo recomendable tanto para comenzar el día con buena actitud como para finalizarlo, ya que nos ayuda a combatir uno de los males de esta situación, la alteración de los ritmos del sueño.
Precisamente aquellos que viven solos el aislamiento, han encontrado también una alternativa en el sexo de pago, y es que uno de los servicios que ofrecen las prostitutas es el de videollamada. Por un importe que oscila entre los 20€ y los 40€, las chicas ofrecen alrededor de 15 o 20 minutos de videollamada subida de tono.
Otra opción es el sexting, que ha ganado muchos adeptos en tiempo de pandemia aunque en este caso la mayoría prefiere llevarlo a cabo con alguien de confianza por el miedo que suscita el intercambio de imágenes en las que la ropa no es protagonista, pero también por lo que se escribe ya que esta práctica requiere romper barreras y prejuicios.
El sexo post-confinamiento
La adaptación será muy complicada pero habrá que hacer un ejercicio de continencia y, sobre todo, responsabilidad, ya que hay una serie criterios que los expertos señalan como importantes en este contexto. En primer lugar, para aquellos que no convivan y deseen tener sexo, es recomendable respetar los siguientes aspectos: olvidarnos de los besos, de las posturas cara a cara y del sexo oral para evitar el contagio.
Por otro lado, es recomendable evitar tener sexo con personas nuevas, mejor ser constante con lo conocido para reducir las posibilidades de contagio. Además, debemos tener en consideración una cuarentena de alrededor de 15 días antes de llevar a cabo el encuentro, para asegurar la ausencia de síntomas, y por supuesto, mantener una higiene más alta de lo normal, hábito que no necesariamente tendríamos que abandonar una vez recuperemos la normalidad.
Estas recomendaciones están muy presentes en las trabajadoras sexuales, que buscan la manera de sobrellevar esta situación anómala buscando alternativas como la mencionada videollamada o siendo meticulosas con las recomendaciones que lanzan los expertos.