Redacción. El Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA) pone en marcha el proyecto europeo “LIFE PollinAction”, cuyo objetivo es planificar estratégicamente y desarrollar una Infraestructura Verde (IG) diseñada para aumentar la provisión de polinizadores y ayudar a desarrollar espacios multifuncionales.
El proyecto cuenta con un presupuesto de 3.293.690 de euros financiado por la Unión Europea y en el mismo participa el CITA junto con la Universidad Ca´Foscari de Venecia y otros ocho socios italianos. El proyecto comenzará en septiembre de este año y tendrá una duración de cuatro años. Tiziana de Magistris, investigadora de la Unidad de Economía Agroalimentaria y de los Recursos Naturales del CITA, es la coordinadora del proyecto en el que también participa Eva Núñez, investigadora de la Unidad de Suelos y Riegos del CITA.
Mientras que en Italia evaluarán zonas urbanas, entornos de autopistas, agricultura intensiva y como producto la calidad de la leche de vaca, en España se centrarán en zonas marginales y franjas protectoras de las localidades de Ejea de los Caballeros en Zaragoza y de Cantavieja en Teruel. Como producto se evaluará la puesta en valor de la calidad de la miel de Aragón. Para lograr este objetivo, el proyecto prevé tres tipos de acciones complementarias dirigidas tanto a la restauración / recreación del hábitat, a la implementación de políticas y finalmente a la valorización de productos locales en zonas marginales como en el caso de la miel de Aragón para incentivar la competitividad del sector.
LIFE PollinAction
El proyecto va dirigido a convertir cultivos herbáceos y áreas marginales rurales o urbanas en hábitats clave para polinizadores (por ejemplo, pastizales ricos en especies), así como a mejorar los pastizales pobres con especies existentes y la heterogeneidad y conectividad rural o urbana mediante la creación de escalones y corredores lineales (setos y franjas florales o márgenes de campo), además de conjuntos de arbustos leñosos ricos en especies. También se pretende mejorar la heterogeneidad del paisaje y la conectividad a lo largo de las infraestructuras viales y las orillas de los ríos.
Para lograr la sostenibilidad a largo plazo e integrar el enfoque de infraestructura verde dentro de las políticas y la práctica, se asociarán acciones concretas, que consisten entre otras cosas, en diseñar procesos de economía circular y soluciones cercanas al mercado para impulsar la competitividad de los agricultores.
El enfoque y los métodos utilizados en el proyecto se replicarán en la comunidad de Aragón. Esto garantizará uniformidad y coherencia entre los Estados miembros tanto de la implementación como de la evaluación, y permitirá evaluar la eficacia de las infraestructuras verdes en dos áreas diferentes sujetas a dinámicas contrastantes.