Zaragoza, es cuna de numerosos platos propios y heredados de la gastronomía aragonesa. A continuación, se repasan algunos de los más conocidos, así como lugares en los que resulta posible probarlos.
Arroz
En cuestión de arroces, el Restaurante Antonio, ubicado en la Plaza de San Pedro Nolasco, cuenta con experiencia más que de sobra.
Este restaurante lleva desde los años 80 ofreciendo todo tipo de arroces, siendo tal su especialización que hasta ha sido participante en las Jornadas Gastronómicas de Arroz.
Bacalao ajoarriero
Cierto es que Zaragoza es una zona de interior, pero nada tiene que envidiarles a los vecinos de la costa, puesto que su bacalao ajoarriero está para chuparse los dedos.
A diferencia de otras regiones, en Aragón, el bacalao se prepara con huevos y patatas, de tal modo que se obtiene un plato meloso, sabroso e inolvidable. Es posible degustar este plato en el restaurante de tapas Méli Mélo, ubicado en la Calle Mayor, en el Casco Antiguo.
Borrajas con patatas
Es probable que la gente que no es natural de Aragón o Navarra no la conozca, pero la borraja es uno de los mayores tesoros gastronómicos que podría haber. Esta verdura, que a simple vista parece áspera e incomible, resulta una fuente de propiedades una vez limpiada y cocida.
Además de ser perfecta como depurador y expectorante, la borraja se presta a presentaciones de lo más atractivas como son las clásicas borrajas con patatas, un plato sencillo, pero muy nutritivo y sabroso.
Casa Lac, en la Calle Mártires, es especialista en trabajar con borrajas, por lo que resulta un lugar imprescindible para visitar.
Huevos al salmorrejo
No, no se trata de salmorejo andaluz, sino de salmorrejo. Este término procede de salmorra (salmuera); puesto que antiguamente no se contaba con los métodos de conserva de hoy en día, cuando había época de matanza del cerdo quedaban excedentes que se estropeaban, por lo que se comenzó a usar la salmorra (sal) como conserva, tras lo cual se freía la carne y se conservaba en aceite. Esta carne acompañada de espárragos y huevos escalfados es el delicioso salmorrejo aragonés, que en la actualidad ha sustituido la conserva de carne por lomo y longaniza.
La Rinconada de Lorenzo, en Calle la Salle, cuenta con este emblemático plato, así como otros extractos de la cocina tradicional aragonesa.
Magras con tomate
Las magras son ni más ni menos que lonchas de jamón gruesas, se preparan con una salsa reducida de tomate y se sirven con trocitos de pan y una salsa especial.
Es una de esas recetas que junto con el arroz a la zaragozana y el lomo a la zaragozana resulta prácticamente imposible de encontrar en un restaurante, aunque por suerte Café Bar Vistabella, que se encuentra en Calle Francisco de Quevedo, sí que dispone en su carta de la receta clásica de magras con tomate, por lo que buscar tiempo para visitar este lugar resulta de lo más conveniente.
Migas aragonesas
Visitar Aragón significa probar sí o sí las migas. Aunque hay todo tipo de recetas, la más habitual es con sebo de cordero, pan y uva o melón para acompañar. También hay acompañamientos de longaniza, panceta y chorizo, aunque el viejo confiable es el huevo frito.
De entre todos los restaurantes que ofrecen este emblemático plato, el más popular es La Miguería, en Calle Estébanes, que ofrece desde las recetas más clásicas, hasta fusiones que incluyen queso e incluso setas.
Pollo al chilindrón
Aunque es propio de la cocina zaragozana, este plato procede de Teruel. Más concretamente, chilindrón resulta ser un juego de palabras asociado a los juegos de cartas, de tal forma que quien obtenía en una misma mano sota, caballo y rey resultaba ser el ganador por haber logrado un chilindrón.
La mejor forma de probar este plato es acudiendo a asadores de pollo como Asador San Miguel en Calle de Enrique Jardiel Poncela o pidiendo a domicilio en plataformas de delivery como Just Eat, por ejemplo, el Restaurante Más que Pollo en Calle Don Alonso de Aragón ofrece comida para llevar en Zaragoza.
Ternasco al horno con patatas
Como se suele decir que lo bueno es para el final, no se podía finalizar este repaso sin hacer mención al plato más propio no solo de Zaragoza, sino de Aragón.
El Ternasco de Aragón cuenta con Denominación de Origen desde 1989. Se trata de una especie criada únicamente en la zona, tratándose de un cordero joven de alrededor de tres meses con un peso de entre 10 y 13 kilos.
Su preparación es a horno y se suele aprovechar distintas zonas del cordero, como la paletilla, la pata, la falda y los costillares. Es posible degustar este distinguido plato en el gastrobar Casa Pedro, en Calle Cadena.