Redacción. El área de Urbanismo y Equipamientos del Ayuntamiento de Zaragoza ha finalizado los trabajos de derribo, limpieza, saneamiento y adecuación de la antigua fábrica de Giesa, en el barrio de Las Fuentes, en la zona de Bajo Aragón-Montemolín. Las tareas, que comenzaron en noviembre de 2019, se han concentrado sobre todo en las naves no catalogadas que existían tras el antiguo edificio principal de Giesa/Schindler, cuya fachada se extiende por las calles de San Joaquín y de Yolanda de Bar, y que está catalogado de interés arquitectónico por el Plan General de Ordenación Urbana. El resultado es, en la parte delantera, un edifico principal saneado y, en la parte trasera, una nave de 3.136,72 metros cuadrados y una plaza libre rectangular de 4.113 m² (88m x 46m) con acceso directo desde el andador de la calle Francisco Rodrigo.
“La primera actuación que se realizó hace un año sobre este conjunto de edificios de propiedad municipal fue declarar en ruina inminente parcial parte de dos naves y el bloque de oficinas interiores por riesgo de caída inminente y en aras de la salubridad, todo ello en conformidad con la Ley Urbanística de Aragón”, ha recordado el consejero de Urbanismo y Equipamientos, Víctor Serrano. A partir de ahí las obras se han concentrado, por un lado, en el derribo inmediato, desescombro y limpieza de los edificios sin catalogar del complejo. Por otra parte, se ha realizado una limpieza general de las instalaciones y el cegado de huecos a los edificios y espacios que queden en pie. Asimismo, se ha incluido el desamiantado de la nave central que iba a ser derribada, hecho que ha demorado la actuación debido a la tramitación en la obtención de los pertinentes permisos por parte del Gobierno de Aragón.
“Estas instalaciones serán destinadas a equipamientos municipales que redunden en mejorar los servicios y la calidad de vida de los vecinos de Las Fuentes”, ha apuntado Serrano, para quien “existe un compromiso con los vecinos de incorporar el espacio resultante al uso público mediante la construcción de alguna instalación deportiva, vecinal o asociativa”. De hecho, la Junta del Distrito Las Fuentes aprobó en pleno el pasado mes de julio las propuestas vecinales para darle uso a estos espacios, “que, por supuesto, tendremos en cuenta a la hora de trasformar y finalizar este espacio, si bien habrá que valorar y estudiar su viabilidad técnica y presupuestaria”, ha indicado el consejero de Urbanismo.
EDIFICIO CATALOGADO
Las actuaciones principales en la antigua fábrica de Giesa han supuesto, en la parte frontal, la limpieza y protección del edificio principal catalogado (calle San Joaquín y calle Yolanda de Bar), donde se han retirado todos los elementos constructivos vandalizados: tabiques, falsos techos, mobiliario, maquinaria obsoleta, etc. También se han tapiado todas las ventanas con paneles de fibroyeso y se ha colocado metal expandido en zonas de ventilación, a lo que se han sumado las labores de pintura para simular ventanas en las zonas de fachada.
Por otro lado, en la parte posterior, junto al paseo de Vicente Cazcarra, se han derribado las naves más antiguas, lo que ha sumado un total de 4.217 metros cuadrados. Esto ha afectado a la Nave Norte, edificio de una planta, de estructura de hormigón armado (2.601 m2); a la Nave Central, edificio de una planta, con estructura metálica y cubierta de fibrocemento con amianto (734 metros cuadrados); y a las Oficinas Centrales, que tenían dos plantas con una superficie total de 1.422 metros cuadrados. Asimismo se ha reparado la Nave Sur, un edificio de una planta con estructura metálica, de 3.136 metros cuadrados, donde se han sustituido parte de las placas de la cubierta y se ha colocado una nueva puerta de acceso por el andador de Francisco Rodrigo, lo que permite que la nave esté operativa ante cualquier uso provisional que se necesite darle.
De este modo, la fachada interior se convierte en una plaza libre como resultado del derribo de las naves Norte, Central y Oficinas, se ha pintado pero se han mantenido parte de los grafitis siguiendo una sugerencia de la Comisión Municipal de Patrimonio Cultural. Asimismo, se ha protegido el sistema existente de arquetas de evacuación de aguas pluviales con placas de rejilla metálica electrosoldada y se ha colocado una valla de protección para evitar el acceso al interior. Se trata de un espacio libre rectangular de 4.113 m2.