Durante los últimos años, el turismo de interior es la forma de viajar preferida por los españoles. Y es que, después de mucho recorrer el mundo nos hemos percatado de la verdadera riqueza de nuestro país y de los rincones con encanto que se encuentran en las zonas más rurales de la península. A pesar de ser una ciudad bastante grande, Zaragoza es uno de esos lugares que nos roba el corazón cuando lo visitamos, pues la capital aragonesa posee todas aquellas características que buscamos cuando nos desplazamos a visitar las zonas de interior.
Conocida por sus espectaculares monumentos como la basílica barroca de Nuestra Señora del Pilar, el Palacio de la Aljafería, única construcción islámica hispana de España, un palacio almohade conocido por ser una pequeña Alhambra, o lugares culturales como el Museo de Zaragoza con obras de Goya, Zaragoza es cada vez más visitada por otras razones como su rica gastronomía.
La gastronomía zaragozana es rica en frutas, verduras, carnes y pescados, muy importante para mantener una dieta equilibrada incluso estando fuera de casa. Y es que el mantenerse en forma se ha vuelto un estilo de vida. Cada vez son más las personas que quieren cuidarse, ya que pasan muchas horas sentados delante de un ordenador ya sea por trabajo de oficina o profesionales del juego y no tienen tiempo para ello. Evitar el café y aumentar el consumo de vitaminas son algunos de los consejos que se dan. Estos consejos suelen olvidarse cuando viajamos puesto que tendemos a comer en bares y restaurantes. Es por ello que si visitas Zaragoza no tendrás problemas a la hora de cuidar la dieta, eso sí, sin olvidar darnos algún capricho para probar algunos de sus platos más irresistibles como las migas aragonesas y otros más que presentamos a continuación.
Migas aragonesas
Las migas aragonesas es un plato que se debe degustar si visitas la ciudad. Aunque tiene de muchos tipos, las típicas son las de sebo de cerdo, pan y acompañadas de uvas. También suelen servirse con embutido como longaniza, panceta, chorizo, e incluso huevo frito. Algo que choca con lo de mantener la dieta, pero que sería un pecado dejar la ciudad sin antes conocer un plato tan arraigado en la cultura aragonesa.
Arroz aragonés
Si eres amante de un buen arroz, sabrás que el arroz aragonés es uno de los más ricos de España. Un arroz meloso a base de carne de todo tipo: conejo, cerdo, caza. Perfecto para los días de frío en Zaragoza. También se puede hacer seco, pero este va con unos buenos huevos fritos por encima.
Bacalao al ajoarriero
A pesar de ser una zona de interior, conocer la cocina zaragozana es saber que, en Zaragoza se suelen disfrutar de platos con bacalao y el bacalao al ajoarriero es uno de ellos. Nada que envidiar al ajoarriero de las zonas de costa, este plato, típico de época de cuaresma, se puede preparar con muy pocos ingredientes y lo encontrarás en cualquier restaurante de la ciudad. Hecho a base de bacalao, huevos, patata, ajo y cebolla es un ajoarriero diferente, pero con mucho sabor.
Adoquín de Calatayud
Algo que podrás ver incluso en las tiendas de souvenirs son los adoquines de Calatayud. Un dulce típico de la ciudad de Zaragoza que consiste en caramelos de gran tamaño y, como indica su nombre, en forma de adoquín. Los puedes encontrar de naranja, fresa, limón y anís. Algo muy típico para llevar de recuerdo a casa.
Suspiros del amante de Teruel
Sin embargo, si hay un dulce que no falta en la sobremesa de las casas aragonesas, son los suspiros del amante de Teruel. Unas tartaletas de hojaldre rellenos de una crema hecha de huevo, mantequilla, azúcar y queso.
Y es que Zaragoza es un lugar con mucho encanto, y entre sus distintas cualidades se encuentra su variada gastronomía. Así que si quieres disfrutar de un viaje gastronómico y cultural este es sin duda uno de los destinos que debes visitar.