Es innegable que la pandemia en la que todavía se encuentra inmerso todo el mundo ha afectado a numerosos sectores. Generalmente tiende a valorarse el de la hostelería, pero otros también pasaron por serios apuros al ver reducida drásticamente su actividad. Un claro ejemplo es el sector de las mudanzas, el cual a día de hoy ha recuperado el volumen de trabajo que tenía antes del COVID.
Así lo demuestran las empresas de MUDANZAS ZARAGOZA, las cuales con tal de seguir operando con normalidad llevan a cabo un procedimiento diario que detallaremos a continuación. El objetivo, más allá de poder trabajar a pleno rendimiento, reside en reducir a la mínima expresión la posibilidad de contagios.
Seguridad, desinfección y distanciamiento
En primer lugar es inevitable abordar un concepto que ya de por sí está muy ligado a este tipo de negocios. Nos referimos al de la seguridad. En pleno 2020 el boca a boca es fundamental para triunfar en el ámbito de las mudanzas. Es por ello que se requiere realizar un buen trabajo si la empresa pretende volver a ser contratada en un futuro.
Para tal fin la mercancía de los clientes es tratada como si fuese propia. Es decir, con el máximo cuidado posible, consiguiendo que llegue al destino exactamente en el mismo estado en el que se encontraba en el punto de origen.
Si bien es cierto que con determinados enseres ello es pan comido, con otros se convierte en una ardua tarea. Por suerte, nada escapa del alcance de este tipo de profesionales, quienes atesoran una dilatada trayectoria a sus espaldas.
Precisamente al tener tanta experiencia, no les es demasiado complicado aplicar una serie de medidas extra que requiere la actual situación sanitaria. Una de las más importantes es desinfectar.
Se trata de una acción que se está llevando a cabo en todo el sector, incluyendo el de GUARDAMUEBLES ZARAGOZA. Por ejemplo, en este caso, el espacio asignado al cliente pasa a ser desinfectado de arriba abajo. Eso no es todo: antes de almacenar en él los enseres, los mismos también son rociados del correspondiente producto, el cual normalmente se aplica por medio de un pulverizador.
Si bien es cierto que el COVID-19 no permanece en las superficies de los objetos durante demasiado tiempo, toda precaución es poca ante un índice de contagios tan elevado como el que experimenta no solo Zaragoza, sino también el resto de España.
Regresando al ámbito de las mudanzas, el cien por cien del material de trabajo es desinfectado de manera exhaustiva. Una de las partes que más cuestan, por motivos obvios, es el camión. El vehículo siempre es el mismo a pesar de contar con una amplia flota, por lo que entre el servicio de un cliente y el de otro es fundamental llevar a cabo este proceso.
Pero no solo el camión o la furgoneta deben tratarse de esta manera, sino también los enseres que se introducen para trasladarlos al destino de manera segura. Absolutamente el cien por cien de cajas son desinfectadas, abarcando incluso la mercancía.
Por supuesto, las herramientas utilizadas durante la jornada laboral también se desinfectan. A todo ello hay que sumar varias medidas de protección que adoptan los operarios, dando pie así a que sus labores sean realizadas bajo condiciones óptimas de higiene.
Es innegable que este tipo de acciones conllevan destinar un mayor tiempo a cada jornada laboral. Sin embargo, merece la pena teniendo en cuenta que no se están produciendo contagios en este sector.
Para lograr tales resultados no solo se realizan las operaciones anteriormente sacadas a colación. A todas ellas hay que sumar las medidas que ya de por si se les recomienda a los ciudadanos.
Un buen ejemplo es el de los guantes. Los trabajadores de las empresas de mudanzas solían llevarlos antaño, aunque estaban destinados a evitar heridas u otros contratiempos. A día de hoy los llevan puestos para evitar entrar en contacto con superficies que todavía no han sido desinfectadas.
En lo que a las mascarillas se refiere, también hacen uso de ellas, en concreto de las mejores del mercado. Nos referimos a aquellas que son aptas para desempeñar labores físicas, asegurando una óptima transpirabilidad a pesar de mantener alejado al virus que tantas vidas se ha cobrado no solo en Aragón.
Por supuesto, el distanciamiento social es complicado en un sector como éste. Aun así, se realiza en la medida de lo posible. Los clientes dejan sus enseres y abandonan los habitáculos, encargándose los profesionales de desinfectarlos y cargarlos en el camión sin entrar en contacto directo con los susodichos.
El período de adaptación no ha sido demasiado dilatado. En escasas semanas los equipos de mudanzas de Zaragoza ya estaban acostumbrados a las desinfecciones y al resto de procedimientos necesarios para poder seguir trabajando sin que surgieran complicaciones a nivel de salud.