Redacción. Con un presupuesto que supera los cien mil euros, el Consejo de Gobierno del Ejecutivo autonómico ha dado hoy el visto bueno al inicio del expediente de gasto anticipado para la restauración de la portada norte de la Iglesia de El Salvador, de Ejea de los Caballeros. Está previsto que los trabajos se lleven a cabo a principios de la próxima primavera, con una duración aproximada de seis meses.
La iglesia ha sido sometida a diversos procesos de restauración desde el año 1985. En 2009 y 2010, merced a un convenio de colaboración entre el Gobierno de Aragón, el Ayuntamiento de Ejea de los Caballeros y el Arzobispado de Zaragoza, la Dirección General de Patrimonio Cultural acometió la restauración de la fachada norte de la iglesia. Los trabajos desarrollados permitieron remozar toda la fachada septentrional de piedra sillar del templo, que estaba muy deteriorada, y la eliminación de un atrio que desfiguraba dicha fachada pero que servía para proteger la portada románica. Esta intervención, sin embargo, no abordó la restauración de dicha portada, sobre la que, en 2011, se colocó una protección provisional realizada en chapa metálica y con una serigrafía de la misma.
Merced al acuerdo adoptado hoy por el Consejo de Gobierno se da vía libre a unos trabajos de restauración que se consideran absolutamente necesarios para frenar el deterioro de esta excepcional portada y garantizar su conservación material a largo plazo.
La meteorología de la zona y la orientación norte de la portada hacen aconsejable que los trabajos de restauración de este elemento, que lógicamente se llevan a cabo a la intemperie, se realicen durante los meses de primavera y verano con objeto de garantizar su correcta ejecución y la obtención de óptimos resultados. Por este motivo es precisamente por el que el Gobierno de Aragón ha iniciado la tramitación del expediente de gasto anticipado.
Iglesia de El Salvador
La edificación, que es Bien de Interés Cultural, fue construida entre finales del siglo XII y principios del siglo XIII en estilo románico tardío con algunos elementos góticos y renacentistas. Es un edificio realizado en sillería de piedra arenisca de excelente talla, que presenta nave única de cuatro tramos con capillas laterales y ábside poligonal. La transición al gótico se observa en la bóveda central, de cañón muy apuntado, y en la bóveda nervada del ábside. Mientras que las capillas laterales abiertas entre los contrafuertes y que son fruto de una ampliación del siglo XV se cubren con bóvedas de distintos tipos. Al exterior el templo muestra un aspecto fortificado debido al remate almenado de la nave y a la tipología del torreón noroccidental con matacanes y garitones.
Su robustez arquitectónica contrasta con la delicadeza de la interesante decoración figurada de sus dos portadas esculpidas de estilo románico y atribuidas tradicionalmente al «Maestro de Agüero» o «Maestro de San Juan de la Peña». La occidental aparece flanqueada por dos torres, mientras que la septentrional estaba anteriormente cobijada por un pórtico, hoy desaparecido. Esta excepcional portada se abre por medio de cinco arquivoltas, que relatan la vida de Cristo y culminan con la representación de la última Cena en el tímpano central y todavía conserva restos de su policromía original.