Redacción. El Presidente de Aragón, Javier Lambán, ha visitado hoy los trabajos de conservación y reparación que impulsa el Ayuntamiento de Tauste en una avenida de la localidad cincovillesa, donde se ha confirmado la existencia de una necrópolis islámica de la que ya se han podido documentar un total de 450 enterramientos. Los trabajos de excavación que está desarrollando la empresa Paleoymás han confirmado que se trata de una de las necrópolis más grandes y más antiguas del valle del Ebro y que se encuentra en un buen estado de conservación.
Lambán ha calificado de «absolutamente trascendental» el hallazgo de la «maqbara» y se ha congratulado de contar con un importante patrimonio arqueológico que aportan, por la esta vía científica, un acercamiento fidedigno al pasado y a la historia. Por ello, ha agradecido la labor del Ayuntamiento y de la asociación «El Patiaz», así como de la dirección general de Patrimonio, cuya directora, Marisancho Menjón, también estaba presente hoy en la visita.
Aunque a lo largo de años anteriores distintos estudios apuntaban a Tauste como una localidad con un papel eminentemente defensivo, los últimos hallazgos confirman el hecho de que, desde los primeros años de la ocupación islámica, Tauste pudo acoger una notable población andalusí.
A partir del año 2010, la Asociación El Patiaz inició una serie de catas que permitieron confirmar la existencia de enterramientos en diversos patios de viviendas del entorno, así como incluso en la propia Avenida Obispo José María Conget, que es donde en la actualidad se realizan los trabajos. Por el sitio en el que se encontraban y la cantidad de tumbas que aparecían en las catas, se calculó que podría haber varios miles de tumbas en una superficie de una cierta extensión.
Cuando el Ayuntamiento de Tauste acometió las obras de renovación de la Avenida Conget, desde la Dirección General de Patrimonio Cultural –en una resolución del 31 de julio de este mismo año– se les instó a hacer unos sondeos previos y, posteriormente, una excavación integral en toda la zona en la que se localizó el núcleo central de la necrópolis. En dicha resolución se establecía la necesidad de, una vez finalizada la actuación arqueológica, se procediera a la catalogación y estudio de los restos aparecidos, en especial los antropológicos, de los que deberá al menos, realizarse un estudio genético y antropológico exhaustivo de al menos un 10% de las inhumaciones documentadas.
Los trabajos han puesto de manifiesto que –junto a las de Cesarugusta y Calatayud –se trata de una de las necrópolis islámicas más importantes de las excavadas hasta la fecha en Aragón tanto por el número de enterramientos localizados como por la datación que se ha realizado de ellos (a través de la prueba del C-14).
Esta necrópolis islámica o ‘maqbara’ es una de las más antiguas y mejor conservadas de la Península, con una superficie estimada de dos hectáreas y hasta tres niveles de enterramientos, lo que demuestra que en Tauste existía una importante población musulmana nada más terminar la conquista de la Península. La tipología de las tumbas cumple con las normas establecidas por el Islam: enterramientos simples, con ausencia de ajuar, y el individuo colocado sobre su costado derecho para así tener la cara orientada hacia el sureste, donde se halla La Meca. Además, la distribución interna de la ‘maqbara’ muestra una organización estricta, las sepulturas están distribuidas en hiladas relativamente paralelas y las fosas debían estar muy bien marcadas, permaneciendo en un estado aceptable de conservación durante los años de uso de la necrópolis.
Hay que señalar, sin embargo, que se han encontrado dos tipos de enterramientos. Un primer grupo de sepulturas, que podría datarse en el siglo VIII, en época emiral, en el que la orientación de las tumbas mira hacia la mezquita de Córdoba. Y un segundo grupo, correspondiente a los siglos IX y X, en los que los enterramientos están orientados hacia la Meca.
De las intervenciones llevadas a cabo en la ‘maqbara’ de Tauste se deduce que en el solar actual de esta localidad hubo una población andalusí importante, cuyo recorrido temporal, fijado a través de sendos análisis de C-14, arranca al menos de la época de la conquista musulmana y concluye en la etapa taifa, cuando se produjo la ocupación cristiana.