Redacción. El Ayuntamiento de Zaragoza ha comenzado los trabajos previos para la reforma de la plaza Santa Engracia. Las primeras actuaciones se centran en el desmontaje de la señalización y retirada de los aparcabicis y otros elementos del mobiliario, que con la remodelación desaparecerán de este espacio, y en la realización de los sondeos arqueológicos.
La reforma integral convertirá esta plaza en un espacio centrado en el disfrute de los peatones, accesible y donde los elementos naturales compartirán protagonismo con la portada renacentista de Santa Engracia. En este sentido, el proyecto ha incorporado las sugerencias planteadas por Patrimonio para crear un entorno armónico con la basílica y el resto de edificios de interés de la plaza. La nueva plaza será además un espacio en el que rendir tributo a las víctimas del COVID-19. El Ayuntamiento está trabajando en la propuesta que elevará a la Comisión de Patrimonio para consensuar con ella los detalles.
La reforma de Santa Engracia se va a realiza en base a criterios de accesibilidad y ambientales, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030. Se intervendrá sobre una superficie de 2.600 m² que pasarán a ser de plataforma única, eliminando los problemas de accesibilidad que actualmente plantean la glorieta central y las aceras. Se actuará también todos los pasos de peatones de las calles que conectan con la plaza y se colocarán bandas de señalización podotáctil en los límites de la plaza y en las zonas de cruce peatonal preferente para evitar que las personas con discapacidad visual puedan desorientarse en su interior. El pavimento en relieve se combinará para ello con líneas direccionales de granito negro que ofrecen mayor contraste y visibilidad.
El nuevo espacio invitará a detenerse y mejorará la contemplación de la basílica desde todos los puntos. En él tendrá un papel muy destacado la vegetación. No sólo se mantendrá el arbolado existente sino que se ampliará con la plantación de nuevos ejemplares de porte mediano y zonas ajardinadas. Además se ‘naturalizará’ el pavimento al salpicarlo de grietas verdes (lágrimas de vida), en recuerdo a la huerta que hubo antiguamente en esta zona.
La plaza será un espacio peatonal desde Paseo Independencia hasta la calle Don Hernando de Aragón. Unicamente se permitirá la salida de los vehículos de Correos desde la calle Tomás Castellano y paso puntual para funerales o bodas.
Las obras tienen un plazo de ejecución de unos cuatro meses. A lo largo de estos primeros días se van a realizar unos 25 sondeos arqueológicos en los puntos donde está prevista la cimentación de nuevas columnas de alumbrado, sumideros y zanjas de renovación de servicios. Una vez finalizados se llevará a cabo el movimiento de tierras y la renovación de la red de abastecimiento de agua y saneamiento que discurre bajo por la plaza.
A partir de ahí se instalar otros servicios como las redes de alumbrado o riego y se realizará la nueva pavimentación. La última fase se centrará en la jardinería y la colocación de las luminarias y el mobiliario.
El origen de la reforma
La plaza de Santa Engracia presenta importantes problemas de accesibilidad debido a la glorieta sobreelevada del centro. Además están muy deteriorados el pavimento y las redes de abastecimiento de agua y saneamiento que van por el subsuelo. Los vecinos y la Junta del distrito Centro habían pedido que se interviniera de forma reiterada. El pasado mes de abril, además, la Dirección General de Patrimonio del Gobierno de Aragón instó al Ayuntamiento a eliminar los obstáculos que distorsionan la visualización de la basílica y a mejorar el espacio de la plaza.
A raíz de esta petición el área de Infraestructuras decidió revisar las soluciones en las que estaba trabajando y valoró que lo más adecuado era llevar a cabo una reforma integral de la plaza que permita reordenar el espacio, hacerlo plenamente accesible y ‘naturalizarlo’.