Redacción. Un total de ochenta voluntarios/as del Ayuntamiento de Zaragoza han recibido este martes el diploma por la formación recibida para mejorar sus habilidades y profesionalizar su labor, en un acto en el que se ha reconocido su trabajo «en un año especialmente complicado».
Los voluntarios han recibido la certificación de manos del alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, quien ha intervenido en esta entrega celebrada en la sala Luis Galve del Auditorio de Zaragoza, junto al consejero de Participación y Relación con los Ciudadanos, Javier Rodrigo, y el presidente de Fundación CESTE, José María Marín.
Al comienzo se ha guardado un minuto de silencio por la soprano Pilar Torreblanca, fallecida por COVID-19, para quienes todos han tenido palabras de aprecio.
Cursos de formación
Por primera vez, el Consistorio ha promovido, en colaboración con CESTE, cursos de formación dirigidos a los voluntarios municipales. En total, desde septiembre se han impartido 24 módulos de doce temáticas diferentes teniendo en cuenta las labores que habitualmente desempeñan los voluntarios, quienes colaboran en actos institucionales, eventos deportivos y culturales o en campañas solidarias.
Así, se han impartido cursos sobre inteligencia emocional y bienestar, atención al público, primeros auxilios, protocolo, competencias digitales o igualdad y atención a la diversidad, entre otros. La formación incorporaba también una novedad para los coordinadores del cuerpo llamada `Acces Angels’ para protenciar el liderazgo, el trabajo en equipo y la toma de decisiones.
Estas ganas de aprender, que se suman a la solidaridad de los voluntarios, es lo que el Ayuntamiento ha querido reconocer este martes en la entrega de diplomas en un año especialmente difícil, en el que, una vez más, han demostrado «el material del que están hechos», ha apuntado Azcón.
Entrega de diplomas
«En un año tan complicado los voluntarios han vuelto a dar el do de pecho», ha afirmado, antes de recordar la ayuda prestada durante la pandemia, en la que han dado conversación telefónica a personas que viven solas y necesitaban una palabra de cariño, han repartido mascarillas y han controlado accesos y aforos.
El alcalde ha querido terminar su intervención con un mensaje de esperanza por la llegada de la vacuna, ante un público que se encuentra entre la población más vulnerable al coronavirus por su edad. «Vemos la luz al final del túnel, pero hasta entonces prudencia», ha manifestado.
Por su parte, el consejero de Participación, Javier Rodrigo, ha indicado que el cuerpo de voluntariado es «imprescindible» en la ciudad, tanto es así que cada vez se reclama más su ayuda por parte de los servicios municipales.
«La ciudad quiere seguir contando con el voluntariado en sus calles. Sois realmente importantes», ha expresado el edil, quien les ha dicho que pronto volverán a estar presentes en la tradicional Ofrenda de flores, en el albergue o en la Casa de Amparo.
La formación al Cuerpo de Voluntariado por Zaragoza, integrado por cerca de 4.000 personas, fue un compromiso adquirido por el área de Participación para este año, con una partida de 14.320 euros.