Redacción. “Te escribo esto como si fueras mi abuelo o mi abuela. Hoy te quiero dar las gracias porque por ti estamos aquí. Tus consejos valen oro. Y todo lo que has vivido ha sido muy importe y ha servido”. “Os escribo para desearos fuerza y ánimo”. Son las palabras de Clara Sancho y Salim Harrir, de 5º y 4º de Primaria del CEIP Marcos Frechin de Zaragoza.
Ambos, junto a la directora del centro, Laura Jaca han sido los encargados, en representación de los niños de su colegio, de entregar esta mañana en la residencia de Las Fuentes del IASS la Caja de las Palabras Mágicas. Se trata de un proyecto impulsado por el Departamento de Ciudadanía y Derechos Sociales del Gobierno de Aragón que, tal como ha explicado la consejera, María Victoria Broto, “se planteó con el objetivo de unir a dos generaciones distanciadas por la pandemia, mitigar la soledad de los mayores y arroparles con el mensaje de lo importantes que son para todas las generaciones y para la sociedad en su conjunto.
Paralelamente, con los más pequeños, se ha trabajado el poder mágico que pueden tener las palabras cuando están bien utilizadas y llegan a quienes las necesitan. La implicación de los colegios y cómo se han volcado las residencias evidencia la necesidad de contacto y afecto entre ellos”.
Acto de entrega de la caja
La consejera ha pronunciado estas palabras en el acto de entrega de esta caja con el que se ha querido visibilizar una acción que se va a repetir estos días en residencias de todo Aragón gracias a que al proyecto se han sumado más de 60 colegios de la Comunidad y también centros municipales de tiempo libre. “Cada niño ha escrito lo que ha sentido, muchos lo han hecho pensando en sus abuelos, ayudados por sus profesores y sus familias; y, aunque cada mensaje es diferente, en todos subyace la voluntad de decirles a nuestros mayores lo importantes que son en nuestras vidas y en esta sociedad”, ha subrayado la consejera.
Al acto ha asistido también el director general de Innovación y FP del Departamento de Educación, Toni Martínez, que ha puesto de manifiesto la importancia de integrar las actividades que se realizan en el aula con la sociedad que rodea al alumnado. “Además de ser un ejercicio de solidaridad es un trabajo que ayuda a los participantes a redactar, a pensar en los demás y, muy especialmente, a trabajar de forma práctica con su entorno más cercano”. Martínez ha recordado que los cientos de proyectos de innovación que se desarrollan en las aulas aragonesas están agrupados en cinco grandes áreas y que, de ellas, estas “palabras mágicas” se engloban en dos: gestión de las emociones y compromiso social.
47 residentes
La Caja del CEIP Marcos Frechín ha sido entregada a la directora de la residencia, Carmen Lorente, que ha explicado que estos mensajes llegarán a los 47 residentes con los que cuenta el centro, una vez la caja haya pasado el pertinente periodo de cuarentena. “Estas cartas –ha contextualizado- van a ser un regalo más para nuestros mayores, para lo que hemos preparado un programa completo para que estos días se sientan aún más arropados y queridos”.
En esta línea, la directora de este centro del IASS ha detallado que se han decorado las instalaciones, se está dinamizando con música la residencia, se han preparado menús especiales, y se mantienen actividades con un máximo de seis personas y con todas las garantías de seguridad”. Carmen Lorente ha explicado también que en este centro, en el que trabajan 64 profesionales, los residentes y sus familias han optado por no salir en Navidad y ha señalado también que se han organizado para poder recibir un mayor número de visitas esos días. “Nuestros mayores –ha subrayado- están muy protegidos y muy arropados y se sienten muy bien”.
Peticiones de los centros educativos
Desde que se puso en marcha el proyecto de La Caja de las Palabras Mágicas, el Departamento de Ciudadanía ha canalizado las peticiones de los centros educativos uniéndolos a las residencias más cercanas a su ubicación, si bien algunos centros, y gracias al elevado número de cartas, han podido llegar a más de una.
En el transcurso del acto de esta mañana, los dos niños que han puesto voz al alumnado del CEIP Marcos Frechin han explicado con qué emociones y sentimientos han trabajado para dar forma a sus mensajes. “Cuando escribí mi carta lo hice pensando en mis abuelos y en una tía de mi padre que también está en una residencia; pensé cómo se sentirían ellos si recibiesen una carta así. Me sentí un poco triste por ellos, pero me he puesto en su lugar y pensado que al leerlas ellos estarán contentos y felices”, ha dicho Clara. Por su parte, Salím ha contado que “cuando escribí la carta, me acordaba de mis abuelos que están en mi país. Esto me hizo sentir un poco de nostalgia y pensé que ojalá estuviesen cerca para poder decirles lo que les quiero”.