El Dr. José Ramón Valdizán Usón, neurólogo de HLA Montpellier, nos resuelve algunas dudas este 22 de julio, Día Mundial del Cerebro.
– ¿Cuáles son las afecciones o trastornos del cerebro más comunes?
– En la infancia y adolescencia los trastornos más prevalentes son los del neurodesarrollo, como el Trastorno del Espectro Autista, con una prevalencia de 1 de cada 250 niños.Entre el 5 y el 7% de los niños padecen el Trastorno por Déficit de Atención con hiperactividad y el 15% tiene trastornos del lenguaje. Tras estos trastornos también se encuentran la meningitis y las enfermedades genéticas.
En cuanto a los adultos, al año fallecen en el mundo 6 millones de personas a causa de accidente vascular cerebral. Más de 50 millones de personas padecen de síndromes epilépticos y más de 47 millones de personas sufren de demencia orgánica con más de 7 millones de casos nuevos al año.
En España, la prevalencia de las enfermedades neurodegenerativas es del 2,08%. La prevalencia mundial de la migraña es del 10% de la población mundial y 450 millones de personas sufren un trastorno mental o de conducta.
Como se puede observar por los datos presentados, los trastornos y enfermedades cerebrales constituyen un grave problema de salud en la población mundial.
– ¿Qué consejos daría para cuidar la salud del cerebro y prevenir el deterioro cognitivo u otros deterioros?
– Sobre todo vigilar la calidad del sueño, es decir, dormir profundamente, ya que el insomnio puede empeorar cualquier enfermedad médica o mental. En segundo lugar, una dieta equilibrada según la edad: variada, que aporte suficiente energía para las actividades diarias, sana, sin tóxicos ni problemas que generen infecciones, equilibrada, con suficiente fibra, regular en horarios y nutricionalmente completa. Una buena hidratación también es una parte fundamental para cuidar nuestro cerebro.
– ¿Qué avances destacables se han producido en el estudio del cerebro humano?
– En primer lugar, el descubrimiento de que el cerebro recibe, procesa y envía grandes cantidades de información de forma codificada que va a permitir el desarrollo de nuevas teorías y técnicas que nos permitan tener otra perspectiva del cerebro, más dinámica y completa que la actual. En estos momentos ya se debaten teorías sobre su información integrada.
En segundo lugar, comprender que en las enfermedades mentales existe una base neurobioquímica y neurofisiológica, que está permitiendo conocerlas mejor y crear tratamientos farmacológicos.
En tercer lugar, los desarrollos de la neuroimagen tales como la resonancia magnética funcional y la tomografía de emisión de positrones que junto a otras técnicas facilitan un conocimiento milimétrico del cerebro.
En cuarto lugar, el descubrimiento de que el cerebro tiene un sistema linfático propio, gliolinfa, que permite durante el sueño la eliminación de elementos de deshecho cerebrales con su implicación en las enfermedades neurodegenerativas.
En quinto lugar, la cartografía de las funciones cerebrales en 3D, en vivos.
En sexto lugar, el avance de la inteligencia artificial en el diagnóstico de enfermedades neurológicas.
Y en séptimo lugar, el debate de la consciencia. El mayor reto de las neurociencias con diversas posiciones como que su origen es el resultado de la actividad cerebral, la dualidad conciencia/mente como si esta parte funcional nos viniese del exterior o el pansiquismo, cuya base es que la conciencia humana es parte de la conciencia universal. En Zaragoza hemos constituido un grupo interdisciplinar para el debate sobre estas teorías.
Evidentemente, existen otros avances meritorios, pero los aquí mencionados pueden ser de los que tengan mayor repercusión en el presente y futuro.
– ¿Cuánta capacidad del cerebro utilizan las personas?
– Todos utilizamos, salvo en casos de lesiones o degeneraciones, las áreas cerebrales. La diferencia reside en la creación de nuevas sinapsis, conexiones, entre distintas zonas y funciones, y su sincronización. Lo cual requiere un entrenamiento y de ahí la importancia de una enseñanza correcta desde el nacimiento para que durante toda la vida esta plasticidad cerebral sea las más eficaz y eficiente posible ante las demandas ambientales y de nuestra autoconciencia.
– ¿Qué es un cerebro sano?
– Es el cerebro social. Nuestra especie es básicamente sociable, sin esta relación no podríamos sobrevivir como grupo. En el campo del individuo, podríamos referirnos al equilibrio basado entre la curiosidad e interés por todo lo existente y basar las opiniones y afectos más en sentimientos que en emociones.