Redacción. Han finalizado las obras de rehabilitación de la fachada sur del Convento de San Agustín, popularmente conocido como los Franciscanos. Los trabajos que se han realizado consisten en el repicado de juntas, la limpieza y rejuntado de las mismas con mortero de cal, para subsanar las zonas deterioradas de la piedra debido a la acumulación de suciedad y a su exposición a las acciones climatológicas. Esta actuación ha contado con un presupuesto de 15.563,63 € con cargo al presupuesto municipal.
El proceso de rehabilitación de este edificio ha sido objeto de varias actuaciones de la Escuela Taller de Caspe, además de diversos trabajos realizados desde la concejalía de urbanismo del Ayuntamiento de Caspe.
La 1ª fase, finalizaba el pasado mes de julio, contó con un presupuesto de 217.679 euros procedente del Plan Plus de DPZ y consistió en la rehabilitación de las cubiertas del convento y la alzada del claustro para eliminar los problemas estructurales y de humedad existentes en este edificio del siglo XVII.
Con ella, se ha conseguido garantizar la estabilidad y estanqueidad del conjunto. Además, se ha resuelto la recogida de aguas pluviales en el perímetro del claustro con la ejecución de gárgolas para su evacuación y colocado pinchos y mallas anti-aves en toda el área. También se ha repuesto el rodapié en el deambulatorio y finalizó con la limpieza y pintado de las superficies del claustro.
Hasta la fecha, se ha trabajado en el claustro, en el antiguo huerto transformado ahora en jardín público, se han realizado diversos trabajos en la pavimentación y en las instalaciones eléctricas.
La actual Escuela Taller “Ciudad de Caspe XIII”, que ha iniciado su actividad a principios de este mes de julio, va a continuar con los trabajos de rehabilitación previstos por los módulos de albañilería y carpintería que finalizarán la pavimentación y acometerán la restauración de las ventanas de madera del claustro.
La actual restauración de la fachada de mampostería del Convento ha finalizado con una última actuación del Ayuntamiento que ha consistido en la limpieza y pintado de las puertas y ventanas exteriores del edificio y la colocación de un sistema anti-aves.
Este edificio de principios del siglo XVII, tras la marcha de los últimos frailes franciscanos, pasó a ser propiedad del Ayuntamiento de Caspe en el año 2015, por tanto, forma parte del patrimonio municipal y, como tal, se quiere proteger y restaurar. Una vez finalicen todas las actuaciones previstas, sus instalaciones se dedicarán a usos educativos y culturales.