Ana Rodríguez. Ser mujer y futbolista hasta hace no muchos años era casi inconcebible. Los calificativos para las valientes que se aventuraban a pisar el césped hace 40 o 50 años eran bastante despectivos, ello a pesar de que los orígenes del fútbol femenino se remontan a finales del siglo XIX…
Por fortuna, la sociedad ha evolucionado y cada día más se respeta a las deportistas, otorgándoles reconocimiento en su ámbito profesional. Irene Rodríguez Basilio, jugadora del Zaragoza CFF, admite en este sentido que «estamos en el camino» de dar al fútbol femenino la relevancia que merece, aunque todavía no se haya logrado del todo.
Irene, a sus 23 años, es un claro ejemplo de que la profesionalización de la mujer en el fútbol se está consolidando a pasos agigantados, ello gracias a la apuesta de los clubes, los medios de comunicación y los patrocinadores y marcas. «Para nosotras es muy importante que patrocinadores como KVerdes nos apoyen y nos aporten su granito de arena. Hacen crecer al club y por tanto, a nosotras. Somos gracias a ellos», admite la deportista.
Amplia trayectoria
Irene Rodríguez comenzó a jugar al fútbol en su Huelva natal con solo cuatro años. Como ella misma reconoce: «siempre veía a mi hermano jugar y quería ser como él. Jugaba tanto en la calle como en el colegio, no me recuerdo sin un balón de fútbol«.
La onubense inició su carrera en el equipo de su colegio, Salesianos, y más tarde continuó en el CF La Orden hasta los 15 años, edad «con la que ya que no se puede jugar más con chicos», recuerda. Fue entonces cuando se pasó al fútbol femenino de la mano del reputado Sporting Club de Huelva, con el que alcanzó «el sueño de toda niña», jugar en Primera División Femenina.
Y es que, para Rodríguez, «llegar a dedicarte a lo que te apasiona, jugar con y contra las mejores… En mi caso lo veía como un sueño, algo un poco lejano, hasta que llegué al Sporting de Huelva y me di cuenta de que sí era posible. Allí fue cuando verdaderamente empecé a dar los primeros pasos para convertirme en profesional».
Búsqueda de nuevos retos
Al club onubense la futbolista dedicó siete años que, admite, «han marcado completamente mi carrera futbolística, ya que pude no solo aprender, sino crecer como futbolista y como persona».
En la búsqueda de nuevos retos, Irene decidió salir de su zona de confort y la pasada temporada recaló en el Real Unión de Tenerife Tacuense, llevándola finalmente aquella decisión a su actual club, el Zaragoza CFF. «Ahora mi objetivo principal, además de conseguir los propuestos por el club, es disfrutar mucho del fútbol», asegura la andaluza.
En su día a día, Irene entrena dos horas con el equipo por las tardes, además de ir al gimnasio, descansar, cuidar la alimentación y aprovechar las mañanas para estudiar. «Ser futbolista es mucho más que entrenar, tienes que cuidarte 24 horas al día los siete días de la semana si quieres conseguir un buen rendimiento», apostilla la profesional, que además apunta que «si te organizas bien hay tiempo para todo».
Profesionalización y apoyos al fútbol femenino
Sobre la situación actual del fútbol femenino, la deportista andaluza admite que «todavía queda mucho camino por recorrer, pero cada día es más y más profesional y eso hace que también sea más atractivo para el público. Al final esto es como una planta que, para que crezca, todo el mundo tiene que ayudar a regar».
En esa labor de ‘echar agua’ para que la versión femenina del deporte rey siga floreciendo juegan un papel esencial el compromiso de clubes y patrocinadores. En el caso del Zaragoza CFF, son varias las entidades, como la comercializadora de energía KVerdes, las que están realizando una decidida apuesta por visibilizar el trabajo de futbolistas como Irene.
«Hoy en día vivimos en un mundo de cambios en el que socialmente, por fin, estamos preparados para vivir en igualdad. El deporte es un factor importantísimo en nuestras vidas, por lo que es esencial que las entidades se vuelquen con el deporte femenino. A día de hoy sigue habiendo una brecha salarial y de oportunidades incomprensible que hay que reducir al máximo cuanto antes. Todo apoyo, por muy pequeño que sea, suma», argumenta la jugadora del club zaragozano.
Luchar por un sueño
Por último, Rodríguez dirige un mensaje a las chicas que, como ella lo hacía de pequeña, sueñan con jugar al fútbol a nivel profesional. A este colectivo, la andaluza les aconseja que «si de verdad les gusta, si les apasiona, luchen por ello. Es un deporte muy sacrificado, pero el camino es muy bonito. La clave está en disfrutar de cada momento y aprender de todas las personas que te rodean. Eso es lo que te ayudará a ser mejor cada día y a no perder la ilusión».