Redacción. La consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales del Gobierno de Aragón, María Victoria Broto, ha inaugurado la XI Jornada Consumo y Familias, con el objetivo de abordar “los nuevos hábitos y necesidades” que está dejando en el consumo familiar a consecuencia de la pandemia, puesto que “esta crisis sanitaria, social y económica ha traído cambios importantes en el trabajo, el ocio y el consumo; un escenario al que se une la inestabilidad provocada por la situación de la energía, el incremento de la vulnerabilidad o los cambios en el ahorro de las familias”. “Ahora más que nunca –ha dicho la consejera- nuestro consumo debe ser responsable y sostenible”.
La jornada se ha celebrado en el centro Joaquín Roncal de Zaragoza y en ella han intervenido, también, los directores generales de Igualdad y Familia, Teresa Sevillano; y Protección de Consumidores y Usuarios, Pablo Martínez.
Sobre los retos del consumo y la economía familiar que ha traído la pandemia, la consejera ha destacado la importancia de hacer frente a la crisis social derivada de la sanitaria. En este sentido, ha puesto el acento en la entrada en vigor del IMV, un ingreso del que se pagan en Aragón 8.605 nóminas (según la última cifra del mes de octubre). “Nunca antes se había alcanzado una cifra tan alta de nóminas sociales, para dar respuesta a la demanda y la necesidad”, ha dicho Broto, que ha recordado que a ella se suman la prestación complementaria aragonesa, que entró en octubre, para llegar a los colectivos que quedan fuera del IMV; así como el complemento de todas estas nóminas que se contempla en Aragón.
Sobre la situación del precio de la energía, otro de los asuntos que se ha abordado en la jornada, la consejera ha hecho hincapié en la existencia del bono social puesto en marcha por el Gobierno central –para aquellos usuarios contemplados dentro de los colectivos vulnerables y cuyas compañías estén dentro del mercado regulado- y ha recordado que el Gobierno de Aragón prestó 2.062 ayudas de pobreza energética en 2020, lo que supuso una inversión de 341.783 euros.
Las cifras de este ejercicio aún deben confirmarse puesto que deben certificarse las facturas que se gestionan a través de las entidades locales. Además, sigue en vigor el convenio “Ni un hogar sin energía” firmado en 2017 con Ecodes para mejorar la situación de familias que sufren pobreza energética y reducir el importe de las facturas energéticas, adoptando hábitos de consumo eficiente. Este convenio tiene un importe anual de 50.000 euros anuales y ha permitido llegar a 200 familias en lo que llevamos de 2021.
Retos de Consumo y economía familiar
La XI Jornada de Consumo y Familias ha pivotado en torno a dos mesas redondas. En la primera, titulada «Saliendo de la pandemia: retos del consumo y la economía familiar”, ha participado Javier Garcés Prieto, presidente de la Asociación Nacional de Estudios Psicológicos y Sociales; David Pac Salas, profesor de Sociología de la Universidad de Zaragoza; y ha sido moderada por María Jesús Ruiz Antorán, directora de Fundación ADUNARE. La segunda mesa redonda se ha centrado en la “Eficiencia energética y ahorro en el hogar. Bono social y atención a familias vulnerables”. En la que han participado Rosario Romero Pérez, técnica del programa Ni Un Hogar Sin Energía de ECODES; Olga Cerrada Ruiz, técnica de Medio Ambiente de Cruz Roja en Zaragoza; y ha sido moderada por Francisco Galán Calvo, director técnico de Salud Mental de Fundación Rey Ardid.
A lo largo de la jornada se han analizado también los cambios en los hábitos de consumo que pasan por la preocupación por la sostenibilidad (desperdicio de alimentos, el bienestar animal y la seguridad alimentaria, que serán prioritarias) o el propósito hasta el hometainment/entretenimiento en casa (por ejemplo, creciendo la afición por cocinar).