Redacción. La Asociación Tutelar Aragonesa de Discapacidad Intelectual, (Atades), y Casademont Zaragoza han presentado a los nuevos padrinos de la Escuela de Baloncesto Adaptado con lo que por primera vez, la Escuela cuenta con padrino y madrina, concretamente, el base Rodrigo San Miguel del Casademont Zaragoza y Anna Cruz, también del Casademont Zaragoza. Ambos jugadores recogen el testigo de sus excompañeros Dylan Dennis, Gary Neal y Fran Vázquez, padrinos de la Escuela en temporadas anteriores.
Rodrigo San Miguel y Anna Cruz se convierten así en padrino y madrina, respectivamente, de los 11 jugadores con los que cuenta actualmente la Escuela de Baloncesto Adaptado de Atades, una actividad que se viene desarrollando desde la temporada 2017-2018, interrumpida únicamente los meses de confinamiento por la pandemia.
Para el vicepresidente de Atades, Antonio Rodríguez Cosme, es “un auténtico placer que Casademont Zaragoza ofrezca esta gran oportunidad para que personas con discapacidad aprendan y jueguen al baloncesto. Desde la Escuela de Baloncesto Adaptado agradecer a Casademont Zaragoza el ir de la mano y hacer realidad esta iniciativa. También agradecer a Rodrigo San Miguel y Anna Cruz que desde hoy sean padrino y madrina de nuestros alumnos y alumnas”.
Por su parte, Fernando Ramiro, patrono de la Fundación Basket Zaragoza, se mostró agradecido de poder continuar con una actividad muy especial para el Club. “Para nuestra Fundación, esta Escuela es importante por el compromiso que supone con estos chicos y chicas que desarrollan el deporte como una actividad formativa más allá del deporte y que aúnan el esfuerzo con el compromiso de equipo. Rodrigo y Anna se sienten gratificados de poder amadrinar y apadrinar a este equipo con mayúsculas”, señaló.
Por su parte, el capitán Rodrigo San Miguel ha indicado que “estos chicos son un ejemplo de superación y como zaragozano y aragonés, ser padrino de esta Escuela de Baloncesto me hace mucha ilusión. Lo disfrutaremos” En este sentido, la capitana Anna Cruz ha destacado que “es un privilegio ser madrina de estos niños y niñas. Como deportista quiero ser parte de algo en lo que fomentemos el deporte y los valores que trasladamos y la Fundación Basket Zaragoza está haciendo un gran trabajo en ese sentido. Lo vamos a disfrutar”.
Atades y la Fundación Basket Zaragoza unen así sus fuerzas para hacer del baloncesto una herramienta fundamental en la formación integral de los alumnos ya que pueden encontrar en él, una oportunidad para adquirir valores como la amistad, superación, esfuerzo, autoestima, compromiso, solidaridad y el disfrute por el propio deporte, complementando así su educación en aspectos psicomotores, psicológicos, humanos, éticos e intelectuales.
La cita de esta tarde ha contado además con la presencia de la mascota Link de Casademont Zaragoza.
Escuela de Baloncesto Adaptado
Atades cuenta con Escuela de Baloncesto Adaptado desde 2017. Tiene como objetivo promover la práctica del baloncesto como factor social de integración entre los menores con discapacidad intelectual, sean cuales sean sus circunstancias, capacidades y necesidades, creando hábitos saludables de vida a través del deporte.
Los 11 alumnos de la escuela se dan cita todos los lunes y miércoles, de 17 a 18 horas, en el nuevo Colegio de Educación Especial Atades-San Martín de Porres, (C/ Octavio de Toledo, 2). La edad de los jugadores es de entre 12 y 21 años y proceden de varios centros educativos de Zaragoza. Los alumnos son de otros centros escolares como Ángel Riviere, El buen pastor, DFA y Lucien Briet. Además, cinco de los alumnos llevan en la escuela desde que se puso en marcha.
La Escuela cuenta con dos entrenadores de la Fundación Basket Zaragoza: Ángel Rovira y Ana Rosa Gimeno. El trabajo de Ángel Rovira, entrenador superior de baloncesto con más de 25 años de experiencia y seleccionador autonómico en categorías de formación, y Ana Rosa Gimeno entrenadora de Primer Nivel constituye una labor esencial dentro de la Escuela, ambos emplean el juego en sus sesiones como estrategia metodológica para fomentar la motivación por la práctica deportiva convirtiendo los entrenamientos en un lugar de encuentro saludable entre niños con discapacidad intelectual, familiares y profesionales implicados.