Redacción. Un total de 1.777 ciudadanos/as ha respondido a la II Encuesta Ciudadana sobre sus condiciones de vida tras veinte meses de pandemia. El grado de participación ha sido “muy alto” teniendo en cuenta la “fatiga pandémica” y supera el límite establecido para que los resultados sean representativos.
Por ello, desde la Oficina de Participación, Transparencia y Gobierno Abierto agradecen a los usuarios el compromiso que han demostrado con la ciudad invirtiendo su tiempo en responder este cuestionario, que estuvo abierto desde el 15 de noviembre al 15 de diciembre en la nueva plataforma Idea Zaragoza.
El avance de los resultados será presentado en la próxima reunión del Grupo Im-Pulsando que se celebrará el 20 de enero en el Ayuntamiento. Además, la cartografía e informes que se elaboren se pondrán a disposición de la ciudadanía desde el portal mis mapas mis datos y desde el conjunto de datos abiertos de la ciudad.
Precisamente, fueron las entidades participantes en este grupo quienes insistieron en la necesidad de abordar una segunda edición de la encuesta realizada en la primavera del 2020 con el objetivo de conocer los cambios experimentados por la ciudadanía en los últimos meses y comparar si la percepción de la pandemia ha cambiado respecto a la primera. El Área de Participación y Relación con los Ciudadanos recogió esta demanda y preparó una nueva encuesta, en colaboración con la Cátedra Territorio, Sociedad y Visualización Geográfica.
Resultados de la I Encuesta
Este cuestionario completa la primera encuesta realizada durante el confinamiento domiciliario en la primavera de 2020, en la que participaron cerca de 5.000 personas coincidiendo con los momentos más críticos de la crisis. Más del 30% se preocupó por sus familias y vecinos, incrementó en un 50% sus relaciones personales y participó en actividades de apoyo, según los resultados.
Una vez más la red familiar se presentó como el «sostén» de muchas familias frente a las situaciones imprevistas. Además, un 35 % de la población de manifestó tener problemas provocados por la pandemia relacionados con la salud, el estado de ánimo o la incertidumbre por la situación económica o laboral en un contexto de crisis.