Redacción. La Unidad de Neurorrehabilitación del Hospital San Juan de Dios de Zaragoza dispone de una nueva tecnología robótica, un exoesqueleto. Se trata de un guante robótico, una terapia de rehabilitación innovadora y emergente que ayudará a las personas con lesiones neurológicas a la recuperación de diversas funciones y capacidades.
En concreto, este exoesqueleto para la mano permite, mediante articulaciones monitorizadas y una conexión a una fuente de alimentación o a una batería recargable, realizar movimientos que se han perdido. También, a través de sensores que permiten controlar el dispositivo, pueden ayudar a realizar el movimiento débil o incompleto que presenta la mano.
Este exoesqueleto supone un nuevo enfoque de la rehabilitación para las personas que sufren una restricción de las actividades de la vida diaria especialmente a consecuencia de lesiones del sistema nervioso, aunque también es aplicable en ciertos casos de traumatismos. En la Unidad de Neurorrehabilitación podrían beneficiarse cerca de 80 pacientes anuales.
“Una de las principales causas de discapacidad en las enfermedades neurológicas es la pérdida de función motora y mientras muchos pacientes recuperan la capacidad de marcha tras una rehabilitación inicial, el miembro superior y especialmente la mano, suele continuar muy deteriorada en su función tras meses de tratamiento”, explica la Dra. Ana Coarasa, responsable de la Unidad de Neurorrehabilitación del Hospital San Juan de Dios de Zaragoza. Esto es muy incapacitante para los pacientes que ven limitada su participación en los autocuidados básicos como la alimentación o el aseo, así como para la vida profesional y social, con un impacto muy negativo en la calidad de vida. “
Es por ello tan importante la implantación de este nuevo sistema de rehabilitación de la extremidad superior en los pacientes que han sufrido un ictus y en otros con otras formas de daño cerebral adquirido, como traumatismos craneoencefálicos, lesionados medulares, lesiones de los nervios periféricos etc. La satisfacción generada con la intervención, sensación de seguridad y la percepción de la calidad de vida por parte del paciente son elevadas, y no tiene efectos adversos graves ni provoca dolor bien aplicado”.
Este exoesqueleto permite mantener en el cerebro la imagen del movimiento, que el paciente no puede realizar por la lesión, y estimular a ciertas neuronas con los movimientos aprendidos anteriormente. Por otro lado, permite el trabajo motor de la mano cuando se inicia el movimiento todavía débil. Los movimientos pueden ser más analíticos o funcionales (coger y dejar un objeto, utilizar un tenedor para comer, etc.) El trabajo puede ser repetitivo, con feedback y en entorno virtual.
La nueva adquisición, que ha sido posible gracias a la donación de 21.000 euros por parte de la empresa aragonesa AMC, se une a los recientes equipamientos domóticos y los softwares de realidad virtual que hacen de esta Unidad de Neurorrehabilitación un centro altamente avanzado en procesos de rehabilitación.
Estas tecnologías de rehabilitación en general han demostrado que pueden ayudar a mejorar la función de la extremidad superior, disminuyen el esfuerzo por parte del terapeuta, permiten intensificar el entrenamiento del paciente y trabajar de manera individualizada e interactiva a través de un entorno virtual enfocando el tratamiento a tareas de manipulación cotidiana, mediante protocolos de dosis e intensidades elevadas.
Todas estas herramientas novedosas, con utilidad demostrada en estudios científicos, amplían las posibilidades terapéuticas y mejoran el pronóstico funcional de pacientes que pueden ser rehabilitables, siempre con una indicación correcta y protocolos adecuados de tratamiento, selección de los pacientes susceptibles de mejora y consensuando los objetivos funcionales realistas a conseguir con el paciente, la familia y el equipo de rehabilitación.
Funcionamiento
El guante robótico es un dispositivo monitorizado que permite la movilización de las articulaciones de la mano con el objetivo de alcanzar la rehabilitación sensoriomotora y potencialmente la rehabilitación cognitiva. Por un lado consta del exoesqueleto que controla el movimiento de todos los segmentos de la mano, y por otro de un dispositivo de control del movimiento desde la estimulación de sensores de la actividad del paciente. Puede trabajar en dos o tres dimensiones del espacio.
Consta de un soporte de muñeca y un guante con sensores conectado a un sistema de registro y a un software. El programa informático controla el dispositivo (duración de trabajo y relajación, movimiento a entrenar, umbral del movimiento a que dispara la ayuda, registro de la actividad del paciente, ejercicios a realizar, etc.) y aporta retroalimentación visual a través de una pantalla.