Redacción. La Confederación Hidrográfica del Ebro (Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico) celebra el Día Mundial de los Humedales, el próximo 2 de febrero, con una visita a la Balsa de Larralde, en Garrapinillos (Zaragoza), el domingo 30 de enero.
La inscripción de 60 personas se completó el pasado lunes y los visitantes podrán conocer qué son los humedales y en concreto esta balsa recuperada por la CHE y sus características ambientales.
La Balsa de Larralde es un estanque artificial con una superficie de inundación de 3,4 hectáreas que se ha convertido en un destacado refugio de flora y fauna autóctonas, apto para la observación, la divulgación y el estudio del medio natural.
El humedal está regulado por las acequias del Canal Imperial de Aragón y los excedentes de riego elevan el nivel freático que nutre este humedal. La CHE inició en 1995 un programa de conservación de este espacio por su carácter patrimonial, al ser fruto de las excavaciones que se realizaron en el propio Canal Imperial.
La restauración de Larralde responde a la apuesta por la recuperación ambiental de las masas de agua de la cuenca y garantizar la supervivencia de los ecosistemas húmedos.
En los últimos años, el Organismo ha intervenido en 18 humedales de las provincias de Álava, Burgos, Huesca, Guadalajara, La Rioja, Navarra, Soria, Teruel y Zaragoza. Y se han creado nuevos humedales integrados en proyectos de restauración y de reducción del riesgo de inundación, como en el río Arga, en Funes (Navarra), o en Alfaro (La Rioja). Los humedales forman parte de la dinámica de recuperación y acondicionamiento integral de la Cuenca, ya que favorecen la implantación de especies autóctonas de flora y fauna, y en definitiva el mantenimiento de hábitats que ayudan a incrementar el espacio fluvial y a la capacidad de desagüe de los ríos.
Como ejemplos de humedales recuperados o creados por la CHE se pueden citar: la reconexión de meandros en el tramo bajo del Arga, en Funes (Navarra), donde se han creado cinco humedales para favorecer la capacidad de desagüe del río, una ayuda en situaciones de crecida; el proyecto “LIFE+Territorio Visón” en el río Aragón, en Marcilla (Navarra), con una docena de nuevos humedales que recuperan el hábitat para esta especie en peligro de extinción; el proyecto “CREAMAgua”, en la Comarca de Los Monegros (Huesca), donde 16 humedales ya han demostrado su utilidad mejorando la calidad de las aguas en áreas degradadas por el uso agrícola intensivo (se reduce la presencia de nitratos y sustancias en suspensión), y el humedal creado dentro del proyecto de actuación de restauración fluvial del Ebro en el Paraje de La Nava (La Rioja), una intervención que ha regenerado biodiversidad e incrementado el espacio fluvial, aminorando el riesgo de inundación o haciendo que estas inundaciones, de producirse, provoquen menos daños.