Redacción. La Confederación Hidrográfica del Ebro (Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico) ha adjudicado el mantenimiento del Sistema Automático de Información de Calidad de las Aguas (SAICA), con un presupuesto de 773.410 euros.
Las estaciones que componen el Sistema SAICA, una veintena en la cuenca del Ebro, realizan un seguimiento en continuo del estado de determinados tramos de ríos o embalses, que han sido seleccionados bien por ser masas de aguas que tienen un mayor riesgo de ver alterada su calidad, bien por los usos asociados a dichas masas. Las estaciones miden el pH, la temperatura, la conductividad, el oxígeno disuelto, la turbidez y amonio total, así como el nivel del agua. En algunas de ellas, se han incorporado medidores de nitratos, materia orgánica, fosfatos o mercurio. Estos parámetros se envían con una frecuencia de 15 minutos al centro de control de cuenca, localizado en la Confederación.
Todas las estaciones disponen además de un equipo de toma de muestras, que recoge muestras del agua del río en intervalos programables, para realizar, si fuera necesario, un posterior análisis en el laboratorio de la CHE ante cualquier incidencia detectada.
Los datos de la red y la situación de todas las estaciones se pueden consultar en tiempo real en la página www.chebro.es (Gestión de la cuenca – Estado y Calidad de las Aguas). Por su parte, también las alertas de calidad de las aguas relacionadas con episodios de contaminación que registran las estaciones, son enviadas en tiempo real, lo que permite a la CHE tomar decisiones rápidas.
Las incidencias más frecuentes que registran las estaciones son episodios de lluvia, con aumentos bruscos de caudal, problemas en alguna Estación Depuradora de Aguas Residuales, vertidos puntuales, y situaciones de bajo caudal que alteran los parámetros de calidad de las aguas.
La Confederación Hidrográfica del Ebro tiene entre sus cometidos la prevención del deterioro de la calidad de las masas de aguas, y una de las herramientas para medir esta calidad es el Sistema Automático de Información de Calidad de las Aguas (SAICA).
Este sistema fue implantado en 1995 por el entonces Ministerio de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente, y hoy forma parte del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Su principal objetivo es producir información continua y transmitirla al Ministerio y a los centros de proceso de datos de las Confederaciones Hidrográficas.
Otras redes de seguimiento del estado de las masas de agua
La red SAICA se suma a otras redes y sistemas que tiene la CHE para el seguimiento del estado y calidad de las masas de agua. Así: Redes de Control de Vigilancia, Control Operativo y de Referencia, Red de Control de Sustancias Peligrosas (muestreo, aguas abajo, de los focos de emisión con autorización de vertido); Red de Control de Plaguicidas (en tramos que recogen las aguas de escorrentías agrícolas); Red de Control de Zonas Protegidas (aguas destinadas a abastecimiento de poblaciones, zonas sensibles a nutrientes y vulnerables a la contaminación por nitratos de origen agrario).
En lo que se refiere a las aguas subterráneas, también existen diversas redes de control de la cantidad (Red Piezométrica) y de la calidad (Control de Vigilancia, Red de Control de Nitratos, Red de Control de Plaguicidas, Red de Control de Contaminaciones Industriales, Red de Control de Zonas Protegidas – Abastecimientos), que suponen más de 1.000 puntos de muestreo.
Ebro Sostenible
Estos trabajos responden a los ejes de gestión de la CHE por un Ebro Sostenible, en concreto a alcanzar el buen estado de las masas de agua con medidas para disponer de un medio hídrico y de sus ecosistemas asociados con condiciones ambientales cada vez mejores (eje 3).
Los otros cuatro ejes de acción son: la mejora del conocimiento (eje 1) que busca incorporar las mejores técnicas y las últimas investigaciones en la gestión de la demarcación hidrográfica del Ebro y facilitar su difusión a toda la ciudadanía; la mejora de su gestión, buscando la mayor eficiencia en los sistemas (eje 2); la renovación de la visión de la dinámica fluvial (eje 4) y la garantía del suministro a los usos esenciales (eje 5).