/COMUNICAE/
Con este título, José Quintás Alonso, publica una colección de breves escritos que tratan temas variados utilizando diversas técnicas, entre las que predomina la charla desenfadada entre amigos, compañeros/as de trabajo; no en vano la conversación suele ser una de las formas más potentes de formación de opinión, aunque, como pone de manifiesto, adolece en ocasiones del mínimo rigor
En Escepticismo o barbarie, José pone en boca de sus personajes en varias ocasiones a Carl Sagan y al mismo tiempo propone utilizar la simulación organizativa para tratar de superar la aplicación de teorías que ya han mostrado fehaciente y repetidamente su no validez; ahora bien, en el estadio actual de la psicología y sociología, ante la dificultad para discernir lo que más se aproxima a una descripción de la realidad, no ya pasada, si no presente, ¿cómo progresar en este campo de conocimiento? En este sentido, el autor, físico de formación, planteó un «método incómodo», sin atajos, laborioso que, solo posiblemente, ofrezca resultados que permitan ampliar el conocimiento sobre la forma en que funcionan las organizaciones de las que forman parte los humanos.
Respecto al título del texto y dada la abundancia de obras que tienen títulos similares, siguiendo el esquema «Sustantivo o barbarie», no explica el motivo del mismo, aunque aclara que «Lentejas o barbarie» fue un duro competidor; parece ser que «Socialismo o barbarie» jugó un papel en la decisión. Parece que cualquier ideología triunfante tiene un tiempo de «esplendor» y dominio que se convierte en barbarie súbitamente o poco a poco, lentamente y después de una cuidada erosión de las libertades básicas, entre las que se encuentra la de expresión (se utilicen las leyes contra el «Odio» o la Ley Marcial).
En la URL «escoba.info» hay un espacio en la web que podría servir para intercambiar información a las personas interesadas en el tema, no tanto para expresar opiniones cuanto para poner en común experiencias de simulación de temas organizativos que incluyan activamente el componente humano; el autor reconoce que esta iniciativa no tiene mucho sentido pues el personal especialista interesado ya está organizado, sea en Institutos de investigación, sea en empresas privadas.
Fuente Comunicae