Redacción. La red de bibliotecas públicas municipales de Zaragoza, compuesta por 26 centros más el Bibliobús, ha registrado más de 5.000 nuevas personas socias en el primer semestre de 2022 y más de 7.000 renovaciones.
La concejala delegada de Educación, y vicepresidenta del Patronato Municipal de Educación y Bibliotecas, Paloma Espinosa, ha valorado estas cifras como “una buena noticia para las bibliotecas, que tras la pandemia perdieron un 20,1% de socios con respecto al año 2019. La previsión es que la tendencia continúe al alza y consigamos alcanzar datos cercanos a la época pre-pandemia”.
Estas instalaciones sufrieron durante la pandemia grandes paros y restricciones, lo que ocasionó la pérdida de socios y no renovaciones, sobre todo entre los más pequeños, a causa del cierre de las salas infantiles por motivos de seguridad sanitaria. Desde que las limitaciones de aforo y del acceso a los servicios han caído, los usuarios y usuarias vuelven a visitar las bibliotecas y se empieza a respirar una cierta normalidad.
Además, este año también se han retomado las visitas escolares a la red de bibliotecas, una actividad que acerca y enseña a los estudiantes el funcionamiento y las posibilidades que les ofrece su biblioteca más cercana.
También han vuelto los cuentacuentos, los clubes de lectura presenciales, las presentaciones de libros y demás actividades que se hacían antes de la pandemia dentro de los propios centros, algo que los usuarios llevaban tiempo echando de menos.
Más proyectos, más usuarios
El incremento de nuevos socios no solo se debe a la eliminación de las restricciones sanitarias, también desde el Patronato de Educación y Bibliotecas, organismo del que dependen las bibliotecas públicas municipales, se han llevado a cabo múltiples proyectos que han incentivado la participación ciudadana y han hecho que muchos ciudadanos redescubran las bibliotecas y todos los servicios y actividades que ofrecen.
El proyecto “Más que lectura” es una iniciativa de extensión bibliotecaria que se ha puesto en marcha este año 2022. La red de bibliotecas pretende con ello llevar un fondo de libros seleccionados a los espacios públicos y acercar el placer de la lectura a la ciudadanía. El último destino de estos libros son las piscinas municipales, de momento 4 para esta temporada.
Cada una de las piscinas cuenta con, aproximadamente, 160 libros conformados por dos lotes para su exposición y reposición. Gracias a la colaboración del personal municipal de las instalaciones deportivas, la iniciativa está siendo un éxito entre los bañistas que todos los días suman la lectura a su día de piscina.
Proyectos pioneros como la Biblioteca Humana, cuya segunda edición tuvo lugar en el festival Zaragoza Florece de este año, han hecho que las bibliotecas municipales se posicionen como un agente activo y promotor de educación y cultura de la ciudad.
“Estamos trabajando en numerosas iniciativas para hacer más accesible y atractiva la lectura. La Bibliotecas Municipales van mucho más allá de la imagen tradicional de una biblioteca, somos espacios de encuentro y generamos educación y actividades para la ciudad” ha apuntado la concejala Paloma Espinosa.
Otras actividades como intervenciones artísticas, la participación en el Premio Criticón, la vuelta de las bibliotecas a la Feria del Libro, la participación en el Zaragoza Florece o el proyecto literario “Café, libros y otras movidas de las que hablar” son solo algunas de las actividades con las que la red de bibliotecas está acercando la literatura a la ciudadanía. “Para el segundo semestre del año tenemos preparados muchos más proyectos y participaremos en otros eventos de la ciudad” señala la concejala de Educación.