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Los poros son inevitables, pero su apariencia se puede reducir drásticamente usando una o dos veces por semana una de estas mascarillas
En ciertas ocasiones se desea eliminar de cuajo los poros del rostro, sobre todo aquellos más pronunciados y en zonas como la nariz o el mentón, por ejemplo. Sin embargo, se sabe que esto no puede hacerse realidad, «ya que los poros son algo inherente de nuestra piel y sin ellos no podría cumplir su función», explica Raquel González, directora de formación de Perricone MD y cosmetóloga. Ahora bien, sí que se puede lograr que sean prácticamente invisibles con una rutina de cuidado que se basa fundamentalmente en acudir a los principios activos clave y en la repetición, ya que «cualquier preocupación que queramos tratar, requiere de consistencia y de mantenimiento», añade la experta cosmetóloga.
¿Qué principios se deben identificar en las mascarillas?
Hidroxiácidos
Los ácidos exfoliantes serán fundamentales para tratar la piel y asegurar que sus poros se mantienen limpios, libres de sebo y refinados. En este sentido, se debería aprender estas tres palabras: alfahidroxiácidos, betahidroxiácidos y polihidroxiácidos. Estos principios trabajan rompiendo los bloques de sebo del rostro, limpiando en profundidad los poros y reduciéndolos, ya que también eliminan la capa más superficial de la piel al quitar las células muertas. «Muchas mascarillas combinan, incluso, varios hidroxiácidos, ya que cada uno es mejor en una función. Por ejemplo, el ácido salicílico es perfecto para eliminar el exceso de grasa, mientras que el láctico además de exfoliar ayuda a la hidratación o, por su parte, el glicólico consigue depurar los poros en capas más profundas al tener el menor peso molecular de todos», comparte Estefanía Nieto, directora técnica de la firma Omorovicza.
Gránulos
Esto es lo que se conoce como exfoliación física, a diferencia de la exfoliación química (con hidroxiácidos). Es aquella que se reconoce fácilmente, todos los productos que tienen gránulos. Eso sí, es importantísimo que estén esferificados, por eso se suelen usar a partir de semillas de frutas tratadas (melocotón, albaricoque o papaya, por ejemplo), en lugar de otras alternativas como el azúcar, «cuyos cristales pueden causar microheridas en el tejido cutáneo», comenta Bella Hurtado, directora de formación de Boutijour, una firma de cosmética coreana.
Arcillas
Las arcillas son famosas desde hace siglos cuando se desea tratar los poros y ello se debe a su elevada capacidad depurativa. «Son porosas y perfectas para limpiar en profundidad el poro y absorber ellas mismas cualquier suciedad o exceso de grasa que tengamos en la piel», añade Marta Agustí, responsable técnica de Aromatherapy Associates. Entre ellas hay muchas opciones, desde las arcillas rosas a la arcilla bentonita, pasando por opciones como los lodos húngaros.
Cinco mascarillas reductoras de poros que son acierto seguro
Blemish Relief Calming and Soothing Mask, de Perricone MD, resulta una opción súper completa, ya que trabaja con dos de las alternativas mencionadas anteriormente: arcillas y ácidos. Trabaja con arcilla bentonita, un purificador fantástico que también reduce poros al estar hecha a partir de ceniza volcánica. Suaviza la piel grasa y extrae la suciedad, gracias también a otros ingredientes que completan este producto, como el ácido salicílico. Es perfecta para la propensión al acné, por estos activos y por otros más, como los prebióticos o la hierba de sauce. 45€ en Perriconemd.es.
Silver Skin Saviour es una mascarilla de Omorovicza es otra de esas propuestas de efecto wow, ya que sus resultados se asemejan bastante a los de un peeling en cabina en un centro de belleza. Redefine la piel y la deja luminosa y con los poros refinados gracias a un grandísimo combo, como son el ácido salicílico, el ácido glicólico, la plata coloidal o un complejo termal único que reestructura la piel. En sinergia, reducen los poros desde muchas aproximaciones: exfoliando, purificando y evitando los procesos inflamatorios y la proliferación de bacterias. 82€, disponible en Purenichelab.com y en Perfumerías Nadia.
Rose Pink Clay Mask de Aromatherapy Associates es una delicia de mascarilla. Reduce los poros visiblemente a partir de la arcilla rosa francesa, rica en minerales y capaz de liberar de impurezas el poro, vaciándolo y refinándolo. A su vez, pese a ser una arcilla, combate la sequedad de la piel, algo no ocurre con otras alternativas similares. También ayuda a regenerar y energizar la piel gracias a su contenido en rosa y geranio. Una aproximación mucho más natural para acabar esta preocupación. En definitiva, es una mascarilla perfecta para quienes tienen una piel más grasa pero sufren igualmente de poros visiblemente dilatados. 51€ en Purenichelab.com.
Sleep Glycolic de Medik8 es un suero-mascarilla. Se aplica por la noche y no es necesario retirarlo, permitiéndole trabajar durante las horas de sueño, ya que está formulado con el principio encapsulado con un sistema que se denomina time reléase o, lo que es lo mismo, que entrega el principio a la piel poco a poco a lo largo de seis horas para que no se irrite. El ácido glicólico conseguirá romper las cadenas de células muertas, ofreciendo una exfoliación sobre el tejido que reducirá visiblemente el tamaño de los poros. 50€ en Medik8.es.
Otra mascarilla fascinante es Petals of Botanique de Boutijour. Lleva una serie de complejos propios solos de la marca centrados en el loto y el té verde como antioxidantes para cuidar la piel. Es la mascarilla más tradicional en cuanto a su uso: se aplica, se deja actuar media hora y se retira masajeando con agua. Esta fase última es la clave para reducir los poros, ya que al masajear se exfoliará la piel ya que cuenta con perfectas esferas de albaricoque. Consejo: más vale masajear suave mucho rato, que fuerte durante un período breve, con intención de no producir irritación en la piel. 63€ en Purenichelab.com y en Mumona.com.
Fuente Comunicae