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La cadena hotelera cuenta con dos hoteles balneario donde ofrece las últimas novedades en tratamientos
El turismo termal sigue siendo tendencia. Una manera de viajar que continúa sumando adeptos y que cada vez demanda más el turista que busca una experiencia global que incluya relax, cuidado corporal y un entorno del que poder disfrutar.
Una combinación a la que desde Iberik Hoteles dan respuesta a través de sus dos hoteles balneario: Augas Santas Balneario & Golf y Rocallaura Balneari.
El primero de ellos se encuentra en plena Ribeira Sacra, concretamente en la localidad lucense de Pantón. Un cuatro estrellas de 118 habitaciones, construido sobre un terreno de más de 50 hectáreas que alberga un balneario de aguas mineromedicinales y un campo de golf de 18 hoyos.
Por su parte el Hotel Rocallaura Balneari está enclavado en un edificio de 1908. Completamente integrado en el paisaje, el complejo cuenta con unas modernas instalaciones de 82 habitaciones y un balneario de aguas termales procedentes de manantiales de aguas carbonatadas, ricas en minerales, cuyas propiedades están indicadas para tratamientos diuréticos, reumáticos y dietéticos.
Ambos tienen como denominador común el equipo técnico de profesionales relacionados con la salud y el bienestar que trabaja a diario en sus instalaciones para ofrecer lo último en tratamientos termales.
Si hay algo que diferencia a Iberik Hoteles es su completo programa para contribuir a la salud física y mental de sus clientes, con una amplia variedad de tratamientos con el agua como protagonista que están especialmente indicados para esta época del año.
Tratamientos termales y de belleza
El programa consta de un circuito termal que comienza en la piscina activa, con camas y asientos de hidromasaje para espalda y piernas a través de la proyección de aire a presión. Además, cuenta con chorros y cascadas para relajar el cuello y la espalda alta. Para continuar, la sauna seca y el baño de vapor, que actúan como estimuladores de la sudoración y eliminan toxinas. Para contrarrestar este efecto: la poza fría y una ducha de contraste.
Realizar ejercicios dentro del agua, sumado a las propiedades térmicas y mecánicas de este medio ayuda a mejorar las dolencias musculares, articulares e incluso neurológicas.
Ya en cabinas, el cliente podrá aplicarse un sinfín de tratamientos hidrotermales como el baño de hidromasaje, chorro, peloide natural, inhalación o cura hidropínica. También un amplio catálogo de masajes: cervicodorsal, infantil, craneofacial, local, completo, celta, bajo ducha y el ritual termal, pensado para alcanzar el éxtasis interior.
Masajes que se pueden completar con innovadoras técnicas corporales de hidratación, peeling, envolturas de aloe vera, algas, uva roja o chocolate. Todas ellas aplicadas por profesionales formados específicamente en estas prácticas de cuidado personal.
Como complemento su variedad de cuidados estéticos y unas instalaciones deportivas en las que completar un descanso plenamente terapéutico.
Todos los clientes cuentan con un servicio personalizado en el que intervienen médicos, fisioterapeutas, masajistas, nutricionistas e incluso psicólogos, que estudiarán cada caso para ofrecer tratamientos a medida en función de las necesidades de cada uno de ellos.
Además, en estos momentos la cadena se encuentra inmersa en las obras de adecuación del emblemático Gran Hotel Balneario de Guitiriz con el objetivo de reabrirlo a lo largo del primer semestre de 2023.
La compañía, que adquirió el centenario complejo el pasado ejercicio, va a destinar 8,5 millones de euros para poner a punto las instalaciones de uno de los referentes en turismo de salud a nivel europeo y que en breve se sumará a la propuesta turística que la empresa está configurando desde que comenzó a operar hace poco más de un año.
Más sobre Iberik Hoteles
La cadena nace bajo la filosofía de Hoteles con Alma, para disfrutar con los cinco sentidos, diseñados como alternativa para aquellos turistas que buscan una manera diferente de viajar.
Con una clara vocación de servicio al cliente, los huéspedes de Iberik Hoteles se sentirán como en su casa gracias al ambiente acogedor y de cercanía que la empresa está configurando en todos sus establecimientos.
Desde el principio, sus responsables han apostado por un concepto diferente. Un modelo hotelero al alcance del gran público en el que se han cuidado al máximo todos los detalles, donde cada establecimiento cuenta con personalidad propia para que el cliente supere sus expectativas.
Fuente Comunicae