Redacción.- El Área de Urbanismo ha conseguido promover un acuerdo entre la Sociedad Anónima Industrias Celulosa Aragonesa (SAICA) y la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria S.A. (SAREB) para la redacción de una modificación de Plan General de Ordenación Urbana sobre la antigua área F/53-4, suelos de Aceralia, en el barrio del Picarral. Se desbloquea así una cicatriz urbanística que lleva 21 años sin resolverse y que permitirá un desarrollo urbanístico con viviendas, zonas verdes y equipamientos.
El objetivo es resolver el vacío urbano existente, carente de actividad y donde resulta procedente la implantación de usos residenciales y ya no industriales, exceptuada una pequeña implantación compatible con la vivienda Hay que recordar que la transformación de estos 159.080 m² de suelos, situados entre la avenida del alcalde Caballero y los caminos de los Molinos y de la Corbera Baja, se preveía expresamente en el PGOU de 2001 y hubo otros intentos de modificaciones que no contaron con el beneplácito de los propietarios de los suelos y que llegaron incluso hasta los tribunales de justicia, que les terminó dando la razón con una sentencia del Tribunal Supremo en 2012, anulando así la propuesta municipal en aquel momento.
La modificación propuesta ahora define un área de intervención de suelo urbano no consolidado de usos mixtos (residencial e industrial) que reduce de manera radical la edificabilidad del área que pasa a 125.025 m² (un 46,46,% menos) y el número máximo de viviendas que pasa a 850 (61,08 % menos) al reducir la densidad residencial, y también se baja la altura máxima de los edificios residenciales, que pasan de 8 plantas a 6 más ático. Además, el 10% del aprovechamiento dotacional municipal contará con 74.383,64 m². De estos, las zonas verdes que se crearán alcanzarán los 32.623,79 m2, los equipamientos tendrán una parcela de 15.946 m² y el viario público tocupará 25.813,85 m².
Concretamente, se dispone una zona verde al norte, frente a avenida del Alcalde Caballero; una parcela de equipamiento y zona verde separando las viviendas de los terrenos industriales de Saica; y un espacio libre de transición entre el uso residencial y las vías del ferrocarril. Resulta igualmente adecuada la disposición de los usos industriales en la zona sur, más próxima a las instalaciones de Saica.
El alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, ha calificado de “histórico” el acuerdo adoptado porque permite avanzar en solución de una cicatriz urbana que acumula más de 20 años. Por eso, ha agradecido “el trabajo realizado por el área de Urbanismo y la disposición de los propietarios del suelo, de la dirección de Saica y de los vecinos para garantizar el desarrollo de unos suelos muy importantes para el barrio del Picarral”. De igual modo, el alcalde ha destacado “el consenso alcanzado en torno a una propuesta equilibrada que será buena para la ciudad de Zaragoza, sumando este proyecto a los muchos que se han desbloqueado durante la última legislatura de la mano de un equipo de gobierno que piensa en resolver problemas desde el diálogo y la colaboración”. Por ello, ha confiado en que “a partir de ahora, el plan pueda avanzar políticamente con el mismo consenso que ha habido en la consecución del acuerdo que hoy presentamos”.
“Con trabajo y gestión responsable estamos consiguiendo remover las cicatrices urbanísticas que marcan la ciudad consolidada”, ha apuntado el consejero de Urbanismo, Víctor Serrano, quien ha recordado otras soluciones aportadas por este equipo de Gobierno como “la antigua Averly; los depósitos de Pignatelli; o la avenida prolongación de la avenida de Tenor Fleta, así como próximos acuerdos en los suelos del Portillo o el estudio de los antiguos suelos del colegio Jesús y María”.
“Debemos fomentar la eliminación de esos espacios vacíos que bloquean el desarrollo orgánico del urbanismo y la movilidad de la ciudad, sobre todo por una dignificación de estos terrenos en desuso para mejorar la calidad de vida de nuestros vecinos en los barrios de la ciudad”, ha incidido Serrano, quien además ha señalado que “estamos centrados en la regeneración de los barrios de la ciudad, con actuaciones como Giesa en Las Fuentes, en Averly, en los suelos de El Portillo en Las Delicias -que es el barrio con más déficit de zona verde en toda la ciudad- o ahora en el Picarral, como ya lo hemos hecho en San José con la prolongación de la Avenida de Tenor Fleta. Estos cuatro años en el Área de Urbanismo se ha impulsado la calidad de vida residencial, las zonas verdes para hacer una ciudad más saludable y se dejan asentados los pilares de una ciudad mejor.”.
Por su parte, el presidente del Grupo Saica, Ramón Alejandro, ha querido agradecer “el trabajo realizado para desatascar una situación que llevaba años pendiente de encontrar una solución consensuada y armonizada, que permite una convivencia sostenible y de futuro para todas las partes, consolidando nuestro compromiso con el Picarral”. Asimismo, Alejandro ha mostrado su satisfacción por dar salida a “una cicatriz urbanística en la ciudad y mejorar así el barrio del Picarral”, en línea con el “compromiso social que el Grupo Saica mantiene con esta ciudad y con el territorio aragonés en su conjunto”.
Del mismo modo, el presidente de la Asociación de Vecinos Picarral-Salvador Allende, Javier Artal,ha puesto de manifiesto “la lucha vecinal” que se ha desarrollado durante años para dar “la solución más ventajosa posible a los vecinos del barrio”. “Hemos negociado con partidos políticos y empresas para dar solución a unos terrenos que rodean el entorno del barrio y que acarreaban un gran deterioro de la escena urbana”, ha expresado Artal.