Redacción.- Desde hoy 16 de marzo y hasta el próximo 7 de mayo, la sala de exposiciones del Palacio de Montemuzo (calle Santiago,34) acoge una muestra del pintor zaragozano Joaquín Ferrer Millán, titulada “Horizontes de papel”, en la que el artista nos traslada a un mundo de formas redondeadas, curvas sinuosas, de líneas suaves y ondulantes, de figuras irregulares y trazos libres que, de alguna manera, nos recuerdan a la naturaleza.
La fusión entre el arte óptico y la abstracción orgánica define el estilo pictórico de Joaquín Ferrer, que se inspira en las estructuras naturales, buscando la fluidez, la línea curva, las siluetas alabeadas y la libertad poética en un sinfín de líneas que se entrecruzan y superponen modelando diferentes juegos ópticos, utilizando tonos terrosos, ocres, rosas, azules y verdosos combinados, que ayudan a la comprensión visual de las figuras.
La exposición está integrada por 45 obras realizadas en papel, que se reparten en tres espacios. El primero de ellos cuenta con 17 piezas agrupadas por tamaños, en el que destacan visualmente las dos de mayor dimensión de la muestra, dos formas ingrávidas posadas de forma volátil y liviana.
La sala central, que da nombre a la exposición, es una muestra de la evolución de su estilo y de sus personales paisajes, siendo notoria la existencia de un denominador común entre las obras creadas hasta 1983 y las realizadas en los últimos años. El autor ha seleccionado 16 cuadros sobre papel en formato vertical, cuya composición se organiza en bandas horizontales, algunas desordenadas, semejando un efecto “moiré” de colores que van desde el amarillo dorado y el naranja, pasando por el lila, al azul verdoso y añil.
La última de las salas contiene una docena de pinturas, destacando una composición de diez obras en formato apaisado. Completan el espacio dos cuadros de considerable envergadura realizados en papel artesano.
Joaquín Ferrer Millán
Joaquín Ferrer Millán (Zaragoza, 1951) inicia su recorrido artístico en 1977 en la Galería de Arte Berdusán, manteniendo una constante presencia individual en las principales galerías y salas de arte no solo zaragozanas y aragonesas, sino también españolas, en ciudades como Valencia, Logroño, Bilbao, Santander, Valladolid, León, Pontevedra, San Sebastián, Guadalajara o Pamplona, destacando las exposiciones en el Palacio de Sástago en 1988, Luxemburgo en 1996 (Corte de Justicia de las Comunidades Europeas) o las tres en la Galería Orfilia de Madrid (1994, 2001 y 2018). También fecunda ha sido su actividad expositiva colectiva, así como su participación en certámenes pictóricos, donde ha cosechado valorados premios.