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Según datos del Instituto Europeo de Rendimiento de los Edificios (BPIE, por sus siglas en inglés), el confort acústico en el lugar de trabajo, especialmente en oficinas abiertas, puede contribuir a una mejora de la productividad entre el 2% y el 3%. El aislamiento de lana de roca de ROCKWOOL reduce la transmisión del sonido, contribuyendo a una buena acústica del entorno de trabajo
El auge del teletrabajo y la flexibilidad tras la pandemia han confirmado la consolidación del concepto abierto de oficina, un diseño que se caracteriza por priorizar la amplitud, en detrimento de la segmentación del espacio. Al contar con menos paredes en el interior, el absorbente y también el aislamiento acústico, tanto de techos, separaciones interiores o las paredes de la propia envolvente del edificio, juegan un papel clave para garantizar un espacio de trabajo óptimo para los empleados, ya que el ruido excesivo, tanto del interior como del exterior, puede afectar sobre el desempeño de la actividad laboral.
Precisamente el Instituto Europeo de Rendimiento de los Edificios ha demostrado recientemente que una mejor acústica en el lugar de trabajo ayuda a incrementar el rendimiento de los trabajadores entre un 2% y un 3%, un valor equivalente a 1.600€ anuales de promedio por persona. Datos que ponen en manifiesto la necesidad de tener en cuenta el aislamiento acústico en los edificios de oficinas.
«El ruido en las oficinas es un factor de estrés que puede afectar sobre la productividad. Contar con un buen aislamiento y absorbente acústico es crucial para garantizar la salud de los empleados y empleadas en el lugar de trabajo», explica Miguel Ángel Gallardo, Business Unit director de ROCKWOOL Peninsular, compañía líder en aislamiento sostenible de lana de roca.
El ruido en las oficinas, perjudicial para la salud de los profesionales
Las últimas evidencias científicas sugieren que el ruido de las oficinas abiertas tiene un efecto directo sobre la salud de los trabajadores. Un estudio de la Universidad de Cambridge revela que el ruido puede reducir el bienestar psicológico y empeorar el estado de ánimo de las personas.
En una perspectiva más amplia, el ruido provoca la pérdida de millones de años de vida saludable en Europa cada año, afectando de múltiples formas sobre el bienestar de las personas: molestias, ansiedad, estrés, insomnio y trastornos de sueño y trastornos cardiovasculares (cardiopatía isquémica, hipertensión o ictus).
La importancia de materiales aislantes por naturaleza para el confort acústico
El aislamiento acústico puede proteger contra la contaminación acústica a todas aquellas personas que viven y trabajan en edificios, una mejora que no puede hacerse sin contar con unos materiales adecuados.
«Cada uno de los elementos de una edificación contribuye a sus características acústicas. Sin embargo, si no se tienen en cuenta las propiedades de los materiales de construcción usados durante el proceso de especificación, el resultado probablemente acabe siendo el de un entorno acústico deficiente. Según que materiales aislantes usemos podemos incluso, empeorar el aislamiento del edificio», afirma Gallardo.
Materiales como la lana de roca de ROCKWOOL permiten un aislamiento acústico y térmico del edificio, contribuyendo a crear unas oficinas con unas condiciones acústicas óptimas, pero también con un consumo de energía eficiente. El aumento de densidad mejora el aislamiento acústico, por eso ROCKWOOL cuenta con un amplio rango de densidades, haciendo posible que sus productos se adapten a los diferentes niveles de absorción acústica, según tipología o actividad del local. La lana de roca ROCKWOOL, además, permite combinar diferentes densidades en un mismo producto.
Fuente Comunicae