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Desde hace más de 25 años la Fundación Infantil Ronald McDonald trabaja para que los niños enfermos en tratamientos especializados puedan tener a sus familias cerca. Durante esos largos periodos de medicación, las Casas y Salas Familiares Ronald McDonald de la Fundación ofrecen a las familias un refugio que les libera de las preocupaciones del día a día para centrase solo en los cuidados de los hijos hospitalizados
Cada año padecen cáncer cerca de 400.000 niños y adolescentes en todo el mundo, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Sin embargo, la misma organización también señala que la supervivencia en estos casos supera el 80%. En España se detectan anualmente alrededor de 1.500 casos de cáncer infantil, la mayoría entre los menores de 0 a 14 años, según la Federación Española de Padres de Niños con Cáncer quien también apunta a una recuperación del 81%. Siendo el cáncer una enfermedad tan agresiva que requiere largos periodos de medicación, la hospitalización temprana de los niños para su tratamiento y recuperación es un paso indispensable en la lucha contra la enfermedad.
Junto al cáncer, existen otras patologías como cardiopatías, traumatología, neurología e incluso enfermedades raras, que necesitan también atención hospitalaria durante periodos prolongados. También los bebés prematuros protagonizan el 75% de los ingresos hospitalarios de neonatos, según datos de la Sociedad Española de Neonatología (SENeo). Sólo en Europa, cada año son 500.000 y más de 29.000 en España. Los niños prematuros con grandes necesidades por esta causa representan un porcentaje que oscila entre el 1,5 y el 1,8% del total de nacimientos y dependiendo de su grado, puede repercutir en un mayor riesgo de complicaciones graves.
Ante la situación de hospitalización de un menor, el entorno familiar sufre un profundo y duro cambio en sus rutinas y necesidades. El día a día se convierte en un obstáculo que se suma a la preocupación por la enfermedad del niño que necesita tratamiento, muchas veces en lugares alejados de su hogar.
Estos desplazamiento a los hospitales para poder recibir atención, los cambios en los horarios de sueño o de comidas, la incapacidad para poder seguir una escolarización, son sólo una pequeña parte de toda las alteraciones diarias a las que las familias deben enfrentarse durante la hospitalización y los tratamientos complejos de un hijo.
Los Cuidados Centrados en la Familia, requisito necesario para la recuperación infantil
Cada 13 de mayo se recuerda el Día Internacional del Niño Hospitalizado. Desde su origen, hace 25 años, la Fundación Infantil Ronald McDonald, entidad referente en los Cuidados Centrados en la Familia, pone su foco en la necesidad de mantener a la unidad familiar lo más libre de preocupaciones posibles durante un momento en el que su única inquietud debe ser los cuidados y la cercanía al hijo hospitalizado.
Para ello, dispone de programas que mejoran de forma directa la salud y el bienestar de los niños y sus familias a través de las Casas y Salas Familiares Ronald McDonald. Estas Casas, situadas cerca de los hospitales de referencia, alojan gratuitamente a las familias que acuden derivadas por los propios hospitales donde sus hijos reciben los tratamientos, y que deben desplazarse desde sus residencias habituales, a menudo localizadas a mucha distancia. Ello permite que dispongan de un respiro de tranquilidad para el estrés que supone tener un hijo con una enfermedad preocupante, además de un grave deterioro en la economía familiar, con gastos de alojamiento, transporte o comidas.
Por otra parte, las Salas Familiares Ronald McDonald son un refugio dentro del hospital, que permite el paso tanto a los niños en tratamiento como a sus acompañantes. Cuando un niño está en estado crítico, los padres no quieren abandonar el hospital, y es por eso por lo que necesitan un espacio donde poder descansar y donde encuentren cierta privacidad dentro del propio hospital.
El director de la la Fundación Infantil Ronald McDonald, José Antonio García, señala que la Fundación ha atendido desde su inicio en España en 2002 a cerca de 31.000 personas, entre familias y niños enfermos en sus Casas y Salas Familiares Ronald McDonald. «Trabajamos para que las familias se olviden que están en un hospital, que sea un auténtico respiro para ellos, y que estén lo más cerca posible de sus hijos enfermos. Además, está comprobado que esta cercanía permite a los padres comunicarse mejor con el equipo médico de su hijo y mejora la evolución de los tratamientos», asegura.
En la imagen Gabriel, un niño hospitalizado en el Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza y usuario de la Sala Familiar Ronald McDonald recientemente inaugurada. El niño ingresa con su perro de compañía que le ayuda a sobrellevar su grave enfermedad.
Fuente Comunicae