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Con el crecimiento exponencial del Big Data en los últimos años, los organizadores de festivales han encontrado en esta tecnología una mejora en aspectos clave a la hora de organizar eventos multitudinarios. Herramientas como el control de accesos, el control de aforo, gustos e intereses o el pago cashless recopilan información de todo lo que sucede en el festival con el objetivo de optimizar los recursos y mejorar la experiencia del usuario
En un mundo digital y conectado, el Big Data ha demostrado ser una herramienta fundamental para comprender y mejorar diversos aspectos de la vida cotidiana. Ahora, este poderoso conjunto de datos se ha convertido en el aliado perfecto para la industria de los festivales de música, transformando la forma en que los asistentes disfrutan de estos eventos.
Con el crecimiento exponencial del Big Data en los últimos años, los organizadores de festivales han encontrado en esta tecnología una mejora en aspectos clave a la hora de organizar eventos multitudinarios. Mediante el análisis de grandes volúmenes de datos generados por los asistentes, es posible obtener conocimientos profundos sobre sus preferencias, comportamientos y necesidades, lo que a su vez permite ofrecer un evento más personalizado y satisfactorio.
El Big Data se refiere al conjunto de datos masivos y complejos que se generan a partir de diversas fuentes, como transacciones en línea, redes sociales, dispositivos móviles, sensores y sistemas informáticos, entre otros. Estos datos se caracterizan por su volumen, velocidad y variedad, lo que los hace difíciles de gestionar y analizar con herramientas tradicionales. Pero no sólo es importante por la cantidad de datos, sino también a la capacidad de aprovechar su valor y obtener conocimientos significativos a partir de ellos. Todos estos datos de lo que pasa en un festival se consiguen mediante servicios digitales como el control de aforo, el control de accesos o el sistema de pago cashless, que después se almacenan en la nube, dando lugar a información de gran utilidad como estadísticas sobre el consumo del público, aforo del recinto, stock etc.
Según datos de Statista, España se encuentra actualmente dentro de los 15 mercados más importantes a nivel mundial dentro del sector de los festivales. Dentro del territorio nacional, se realizan más de 870 eventos de este tipo cada año, lo que supone un impacto económico que supera los 500 millones de euros. Esta facturación trae consigo grandes retos, tanto para los organizadores, que disfrutan de audiencias más numerosas, como para las localidades donde se celebran esos festivales, que deben adaptar sus servicios a los visitantes. En este sentido, el Big Data para festivales se presenta como una oportunidad y una herramienta fundamental para medir con exactitud el impacto de estos festivales y, en consecuencia, optimizar al máximo su organización.
«Los festivales son productos turísticos de primer nivel. No se pueden desligar de la inteligencia artificial ni de la cultura de la gestión de datos. El objetivo ahora es poder exprimir al máximo los beneficios de los soportes tecnológicos existentes, como las redes sociales o las aplicaciones, de forma coordinada e integrada para poder ponerlos al servicio del sector en su conjunto», explica Ángel Galán, director del Área de Data Science e Inteligencia Artificial en IMMUNE Technology Institute.
Entre los principales usos del Big Data en los festivales de música se encuentran:
Anticipación de las demandas. Uno de los beneficios más destacados del uso del Big Data en los festivales es la capacidad de anticipar las demandas de los asistentes y adaptar la logística del evento en consecuencia. Gracias al análisis de datos, los organizadores pueden prever la afluencia de personas en cada área del festival, determinar cuáles son los artistas más populares, y ajustar los horarios y la disposición de los escenarios de manera eficiente. Esto reduce los tiempos de espera y mejora la distribución de los recursos.
Personalización de la experiencia del asistente. Con la recopilación de datos sobre las preferencias musicales de los participantes, así como sus hábitos de consumo, el Big Data permite ofrecer recomendaciones personalizadas de artistas, horarios y actividades dentro del festival. Esto no solo facilita la planificación de la visita, sino que también aumenta las posibilidades de descubrir nuevos artistas y géneros musicales afines a los gustos individuales de cada persona.
Mejora de la seguridad. El análisis en tiempo real de los datos generados por las cámaras de vigilancia, los sensores y las redes sociales, los organizadores pueden detectar rápidamente cualquier situación de riesgo o anomalía dentro del evento. Esto permite una respuesta inmediata y eficaz ante posibles emergencias, garantizando la seguridad y el bienestar de los asistentes.
Nuevas campañas de publicidad. La personalización de la información es una realidad palpable y el Big Data es un gran aliado para ello. La recopilación de información masiva sobre los asistentes puede ofrecer una ventaja a la hora de aumentar las ventas, ya que permite diseñar nuevas campañas adaptadas a los fans y al tipo de público que se detecta.
Fuente Comunicae