Redacción. La Escuela-Taller Juan Arnaldín II ha celebrado el acto de clausura de sus dos años de trabajo y formación, durante los que ha intervenido y restaurado más de cien obras y piezas de patrimonio de municipios de la provincia de Zaragoza.
El diputado delegado de Bienestar Social de la Diputación Provincial de Zaragoza (de la que depende el taller), Máximo Ariza, y el director provincial del INAEM, José Luis Algás, han presidido la clausura de esta nueva edición de la Escuela Taller, en un acto celebrado en el Salón del Trono del Palacio de Sástago de la DPZ, y que también ha contado con la participación del director de la Escuela Taller, Victoriano Miranda, y los profesores y alumnos del programa de formación.
En esta edición, la escuela Taller Juan Arnaldín ha impulsado la restauración de más de cien obras entre retablos, pinturas, documentación gráfica y mobiliario pertenecientes a numerosos municipios de la provincia de Zaragoza. Entre ellas, destacan el carruaje fúnebre de Borja, la sillería gótica de Aniñón, el retablo gótico de la Virgen de la Corona de Erla, o la Compilación de Justiniano glosada por la Escuela de Bolonia del Archivo Capitular de Tarazona.
Los 24 alumnos que se han formado en este programa son menores de 25 años, en su mayoría licenciados en Historia o Bellas Artes, y se han integrado en cuatro talleres: restauración de arte mueble, restauración documento gráfico, carpintería/ebanistería y mantenimiento de bienes culturales.
Más de 1.000 intervenciones desde el año 2000. El proyecto de Escuela Taller “Juan Arnaldín” es un programa de formación y empleo impulsado por la Diputación de Zaragoza en colaboración en el Instituto Aragonés de Empleo. Comenzó en noviembre de 2009, aunque inició la andadura en el año 2000 con la ya lejana Escuela Taller “Damián Forment”. Durante estos 14 años se han restaurado más de 1.000 obras en alrededor de 150 municipios de la provincia de Zaragoza.
Algunas de las obras restauradas merecen una especial atención, tanto por su calidad artística como por su importancia histórica, como por ejemplo –además de las ya citadas- el Retablo Mayor de la iglesia parroquial de Tosos, de Blasco de Grañén (s. XV), los Estatutos de la Ciudad de Daroca de los ss. XVI-XVII o la Carta de población de Alfonso I el Batallador (s. XII) de Ejea de los Caballeros.