Amparo Llamazares. El próximo día 10 de Diciembre se celebra en todo el mundo el ‘Día de la Terra Madre’, que es el gran proyecto de Slow Food para construir una red internacional de productores alimentarios y de todos aquellos que representan a todos los sectores locales de la comunidad donde viven: cocineros, técnicos, estudiantes y consumidores.
Slow Food, traducido literalmente podría entenderse como ‘Comida lenta’. Pero es mucho más que eso. Se trata de un movimiento internacional que surgió para defender una buena alimentación, los placeres de la mesa y un ritmo de vida más sosegado (slow). Esta filosofía es la que arrastró a mucha gente preocupada por estos temas, a unirse a la asociación Slow Food que fue fundada en el año 1986 en Bra (Italia) por Carlo Petrini. Con el tiempo, ha ido ampliando su campo de acción interesándose por la calidad de la vida en general defendiendo a la vez el Medio Ambiente. ¿Cómo se puede conseguir esto que parece difícil?: protegiendo los alimentos de calidad y los métodos de cultivo y transformación tradicionales y sostenibles (o mejor, sustentables), para así defender la biodiversidad de las variedades cultivadas y silvestres, que últimamente se han reducido peligrosamente y muchas de ellas están en peligro de extinción.
Si disponemos de información sobre el impacto que tiene la alimentación sobre nuestra calidad de vida (‘somos lo que comemos’), podemos elegir la opción de cómo queremos que sean nuestros alimentos y Slow Food cree que deben ser:
-Buenos: saludables, sabrosos, frescos, de temporada, cercanos y capaces de satisfacer nuestros sentidos.
-Limpios: porque han sido producidos de un modo que no daña ni el entorno, ni la salud de los consumidores.
-Justos: precios asequibles al consumidor y remuneraciones dignas para los pequeños productores.
Slow Food suele organizar ferias y mercados locales e internacionales para promocionar todo tipo de alimentos de origen vegetal y animal, pero que sean de calidad. y entre estas actividades ha creado Terra Madre, como una cita mundial de las comunidades del alimento en la que se establecen redes de miles de productores alimentarios, para apoyar las economías locales y sostenibles que existen en cada comunidad.
El dia 10 de Diciembre de 2009, marcó la fecha de la primera celebración de este dia (Terra Madre Day), por haber transcurrido 20 años desde la constitución de Slow Food como Asociación Internacional y desde entonces las comunidades del alimento nos reunimos en diferentes tipos de actividades: talleres para niños, visitas a granjas, festivales en torno a un producto emblemático, protestas, comidas temáticas, presencia de los mismos productores para demostrar ante los medios de comunicación, políticos y el resto de la comunidad, que es necesario, cada vez más, proteger la biodiversidad que nos rodea, haciendo un buen uso de ella, y que con una buena información y educación alimentaria seremos capaces de construir un futuro alimentario mejor. Saldremos ganando en salud y calidad de vida en armonía con nuestra querida Madre Tierra.
En Zaragoza, este miércoles día 10, vamos a celebrarlo con una actividad muy variada en la Sidrería Begiris, donde se hablará de la biodiversidad de la huerta zaragozana mediante la presentación de unos posters destinados a futuras exposiciones por los colegios de Zaragoza. También tendrá lugar la presentación de Slow Food Tour Aragón App, aplicación que incluye historias, localizaciones, servicios de bodegas, restaurantes, fiestas alimentarias, Arca del Gusto, baluartes, museos y tiendas. Y una charla-taller-degustación sobre la anchoa del Cantábrico con sus vínculos milenarios a esta tierra. A continuación una cena elaborada con productos de la huerta por los maestros de la sidrería.
La filosofía de este movimiento está calando no sólo en los productores, distribuidores, comerciantes, consumidores sino también en la administración, de forma que en estos momentos por ejemplo puede verse una campaña de anuncios que nos anima a consumir productos locales y de temporada financiado por el Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente. Sin duda una buena iniciativa para nuestra salud, porque al cuidarnos nosotros mismos, cuidamos a nuestra madre tierra, que bien lo merece.