Entrevista a Carlos Martín, director de la Compañía Aragonesa El Temple, que este próximo año cumple su veinte aniversario. Durante todo este tiempo han sido cientos los montajes que este director y actor aragonés ha creado. Hoy lo entrevistamos para que nos hable de su nueva creación ‘Ricardo III’, que estará en cartel hasta el 28 de Diciembre en el Teatro Español de Madrid. Una tragedia llena de recovecos y contrastes a veces incluso humorísticos.
-Sobre el tema de la obra y cómo surgió la inspiración…
-El tema de la obra es “Ricardo III’, todo lo que le ocurre al personaje una vez decide darle la vuelta al orden establecido de las cosas, es decir, revelarse contra la sociedad que le rodea. Nuestro trabajo ha ido encaminado hacia la fragilidad del personaje, sus miedos, sus traumas, la relación con su madre, una relación de distancia de desafección, los recuerdos de su padre… Todo lo que hace que el personaje de alguna manera se tambalee en su raciocinio y su consciencia. Todo el desarrollo ha sido profundizar en estos puntos y además trabajarlo desde el actor Juan Diego, que inspiraba toda esta posibilidad de trabajo.
-¿De qué manera abordáis los personajes que describe Shakespeare?
-Hemos pretendido en todo momento no dividir los buenos de los malos. Era importante y de hecho es uno de los hechos en los que también ‘Ricardo III’ entra en este juego. La Corte también está en ese sentido pervertida de este juego, de esta jauría humana que tiene que ver con el poder, con la ambición, con estar en un partido u otro. Hay dos bandos definidos. Es muy importante en este sentido la relación entre el personaje de Ricardo III con las cuatro mujeres de diferentes edades y generaciones.
-¿Qué significa para un actor ponerse en la piel de un personaje de Shakespeare?
-Shakespeare define y dota siempre a sus personajes Aunque sean secundarios o principales de una grandeza emocional importante, si a esto le unimos la riqueza en las palabras y en el sonido de las mismas, donde también hemos trabajado, digamos que consigue en el actor, pasadas las primeras dificultades, un gran placer en el descubrimiento de su personaje. Es muy gratificante e intenso el viaje de Ricardo III y de sus personajes. Una montaña rusa de sentimientos.
-¿Qué temas queréis rescatar de la pieza “Ricardo III”?
-La dramaturgia que hemos trabajado junto con Sanchis Sinisterra respeta la esencia y los temas que se tratan en la obra de Shakespeare. Pero es cierto que hemos intentado siempre trabajarlo desde el punto de vista de su consciencia y cómo ésta va deteriorando cada vez más y el personaje se va convirtiendo en un tirano.El poder y la ambición están siempre presentes pero nosotros hemos querido hacer hincapié en el ser humano, por eso hemos adelantado casi al principio del espectáculo la escena de los espectros, que en el original se encuentra casi al final. Esta visita de los espectros en la tienda de campaña, antes de la batalla de Bosworth, colorea la obra.
-¿Con qué tipo de lenguajes trabajáis en la creación?
-La obra tiene una colocación clásica en el sentido del vestuario, pero hemos trabajado un curioso mundo fantasmagórico con las proyecciones muy integradas en la escena que sirven de perspectivas, ambientaciones y también para construir estos espectros u otros juegos dramáticos. Trabajamos la retroproyección y la proyección frontal en unas gasas que a su vez nos sirven para crear diferentes planos de realidades, y momentos más oníricos, para construir un segundo plano que corresponde al trono pero que al mismo tiempo es también cárcel y otras escenas. La proyección está muy coordinada con la iluminación aprovechando las pautas de las técnicas en la luz de los proyectores y los focos siempre a favor de la escena y reforzado con un fondo sonoro que son las bases de las emociones que sienten los personajes.
-¿Cómo se define Carlos Martín como artista?
-Más que como artista yo me definiría como trabajador. Artista trabajador. He hecho cosas muy diferentes, tengo facetas de trabajo más personales, otras más profesionales y otros trabajos para mi Compañía El Temple. Tengo mi poética, una manera de entender las cosas muy abierta a cualquier tipo de trabajo y de evolución y que cada vez está más relacionada con los grupos que voy encontrando. Cada vez me siento más cercano al espíritu del actor, (que también lo soy aunque no ejerzo) por lo tanto cada vez más observo las sensaciones del actor, lo que le ocurre y a trabajar en equipo y en relación con los equipos técnicos.
-¿Fechas del espectáculo y nuevos proyectos?
-“Ricardo III” estará en el Teatro Español hasta el 28 de Diciembre. Hemos estado ocho semanas y creo que ha sido tiempo suficiente para que pueda verlo el público. Yo sigo con mis espectáculos de la Compañía El Temple, que también vendrán a Madrid en Enero. “Luces de Bohemia” es uno de los que se podrán disfrutar en el círculo de Bellas Artes. Comenzaremos un nuevo espectáculo con José Luis Esteban que se llama “Arte de putas” que es la adaptación de Nicolás Fernández de Moratín y seguimos con nuestros trabajos de empresa. Acabamos de estrenar “Dakota” de Jordi Galcerán que ha estado también en el Teatro de las Esquinas de Zaragoza y que pronto también saldrá de gira. Proyectos para el futuro que todavía están en vías de negociación, alguna co-producción en marcha y trabajando mucho e inventando nuevas maneras de trabajar y funcionar que es un poco lo que toca en estos tiempos.