Nerea Beatove./Con tan solo 25 años, el zaragozano Alejandro Corral acaba de publicar su primera novela, ‘El Cielo de Nueva York’. Un libro que escribió en la clandestinidad y que no desveló hasta tener la certeza de que tenía muchas posibilidades de ser publicada con una gran editorial.
Hijo del famoso escritor José Luis Corral, el joven licenciado en Administración y Dirección de Empresas debuta en la literatura con una mezcla entre novela negra y psicológica, la Gran Manzana como telón de fondo y el financiero Hank Williams, como protagonista de la trama.
El autor, que ha participado además en varios proyectos de cooperación internacional, estará hoy en la presentación de su libro en el Hotel Palafox a las 20:00 de la tarde.
Hablamos con Alejandro Corral que nos cuenta como se enfrentó a sus primeras líneas en esta novela y nos revela el por qué de este intrincado escenario donde, en ocasiones, el dinero fácil amenaza los principios éticos y morales.
-Alejandro, enhorabuena por tu primera novela ‘El cielo de Nueva York’, ¿qué ha supuesto para ti la publicación de tu primer trabajo?
-Ha supuesto sobre todo ilusión, y alegría de ver que hay gente dispuesta a apostar por los jóvenes. Yo la escribí en la clandestinidad. Mi padre es José Luís Corral, que también es escritor y cuando la terminé, se la envié directamente a él, pero no le dije que era mía, puse el nombre de un compañero de la facultad. Quería saber su opinión pero tampoco quería condicionarlo. Me dijo que le había gustado y que quizás había posibilidades de publicarla en Planeta. Nos pusimos en contacto con ellos y estuvimos esperando una semana hasta que nos llegaron las críticas. Fueron muy buenas y fue entonces, cuando supe de verdad que iba a ser publicada cuando le dije que era mía.
-Dicen que hay cosas que vienen de familia, en tu caso, parece que la literatura es una de ellas. ¿Cómo recibió tu padre la noticia?
-Sí, en realidad creo que sí que puede ser algo familiar. Yo simplemente pensé, ¿por qué no intentarlo? Y la verdad es que el está casi más ilusionado que yo.
–Eres licenciado en Administración y Dirección de Empresas, ¿cómo un hombre de ciencias ha acabado en un mundo de letras? ¿Siempre habías querido escribir?
-Empecé a pensar en escribir cuando estuve en Polonia de Erasmus, pero todavía no había encontrado el momento adecuado para ponerme a ello, ni tenía una idea clara en la cabeza. Puede chocar un poco que alguien que siempre ha estado más relacionado con los números, se vaya directamente a las letras, pero realmente escribir siempre me había apetecido. Esta novela fue más que nada un reto personal.
-¿Cómo te enfrentaste ante el papel en blanco? ¿Fue difícil comenzar las primeras páginas?
-Al principio es complicado porque claro, una página de Word, que es donde yo lo escribí, no es lo mismo que una página de un libro. No sabes cuantas páginas pueden salir de ahí, teniendo en cuenta el tamaño de la letra. Entonces me dijeron que me había pasado de extenso, y tuve que reducir mucha parte de información. Fue sobre todo difícil porque lo estaba haciendo sin que nadie lo supiera, y no sabía a dónde podía llegar. Ya en la segunda parte de la novela, cuando ves que estás llegando al fin, todo se hace más fácil que en el momento que ves el documento en blanco, porque ya lo tienes encaminado.
–¿Dónde y cuándo surgió la idea de escribir ‘El cielo en NY’?
-Estuve pensando antes de empezar a escribir sobre que podía tratar. Surgió realmente hace cuatro años. Estuve en Costa Rica ayudando como voluntario a niños con problemas, y en ese viaje, hice escala en Nueva York, y me permitió poder visitar la ciudad. Allí empecé a pensar.
-El libro transcurre en La Gran Manzana, el epicentro de la economía mundial, ¿por qué elegiste este escenario para enmarcar tu historia?
-La trama no surgió en Nueva York realmente, sino que los personajes y el ambiente en el que se mueven, hacían del lugar apropiado. Encajaban más los personajes en Nueva York, que Nueva York con los personajes. Ahí surgió la idea de enmarcar la historia en este contexto.
–¿Habías escrito algo antes?
-Había escrito unos primeros capítulos de otra idea que no tenía nada que ver, pero lo dejé ahí aparcado. Y hace año y medio, me puse con esta novela.
–Imagino que conocer bien ciertos aspectos económicos ha sido una ventaja a la hora de escribir la historia.
-Sí, realmente en economía no me he querido meter para no aburrir a la gente, porque yo lo que buscaba era entretener. Era de un modo divulgativo, mostrar como alguien que lo tenía todo, llegó a perderlo, y como se enfrenta a intentar recuperarlo con una enfermedad mental de la que ni si quiera se da cuenta.
El libro está dividido en cinco partes que son los cinco estados del duelo. Negación, ira, negociación, tristeza y aceptación. Una primera parte de la historia trascurre en Nueva Yersey, y se centra en un psiquiátrico, y la segunda trata como el protagonista se da cuenta de que la empresa que fundó a nivel global ya no le pertenece.
-Además, estás realizando un doctorado en torno a la inversión social responsable. ¿Por qué decidiste tratar este tema?
-También un poco guiado por la parte de Costa Rica. Esa parte de intentar hacer algo distinto en la economía, hacer algo que realmente para mí merecía la pena. Darnos cuenta de que existen otras opciones en la que no solo importa el dinero, que también es algo que toco en la novela a través del personaje y sobre todo transmitir que se puede conseguir beneficios en base a la ética y la moralidad.
-¿En qué genero enmarcas esta novela?
-El otro día en una librería de Zaragoza me preguntaban en que estantería lo ponían, si en género de terror, de psicología… A mí me habría bastado con que pusiera entretenimiento (se ríe). Podría decirse que está enmarcada en la novela negra, mezclada con la novela psicológica, porque realmente son esos desvaríos del protagonista los que van a guiar toda la novela.
-¿Has pensado en continuar con la literatura en una nueva publicación?
-Si, la verdad es que en los ratos que tengo estoy escribiendo una nueva novela. Desde las editoriales me pidieron si podía continuar.Es un proyecto completamente diferente y ya llevo un tercio de la novela escrito.De momento no puedo adelantar de que va a tratar porque este primer borrador que estoy haciendo igual no tiene nada que ver con lo que es finalmente. Puede variar de aquí a muchos meses.
-¿Te ves más resuelto escribiendo esta segunda novela?
-Sobre todo con más tranquilidad. La primera vez era un reto personal pero no se puede convertir en obsesión sino en algo de lo que disfrutar. Es algo con lo que yo mismo entretenerme, no lo veo como una obligación. Por eso ahora es momento de disfrutar, porque la literatura es día a día, no son momentos de inspiración. Si te obsesionas con intentar hacer algo grandioso no lo vas a conseguir, tienes que disfrutarlo.
-Y por último, ¿cuál sería tu buena noticia?
-Para mí una buena noticia sería, y esto no es por hacer la pelota, que estén surgiendo medios nuevos como este, en los que puedes ver noticias positivas, con energía. Nos hemos acostumbrado a leer noticias con gran pesimismo y me alegra que por fin aparezcan otras formas de ver el mundo.