Nerea Beatove./ La corbata ha pasado a mejor vida, o al menos, a otra no tan elegante, y es que la pajarita ha llegado al armario de los caballeros para quedarse. Cansados de llevar traje y corbata día sí y día también, la pajarita se presenta para ellos como una alternativa tentadora con la que darle un nuevo toque al tradicional vestuario de gala. Javier Bardem, Antonio Banderas o Miguel Ángel Silvestre son solo algunos ejemplos de los muchos hombres que ya apuestan por modernizar este clásico complemento.
La tendencia ‘vintage’ y el afán por darle la vuelta a ese baúl al que llamamos moda han conseguido asentar cada vez más este ‘must have’ propio de maestros y científicos. Ahora, esta tendencia llega a Zaragoza de la mano de José Luís López y Daniel Chía, dos profesionales del mundo de la Arquitectura y la Ingeniería de Diseño, con un nuevo concepto de entender la pajarita en nuestra ciudad.
Color, modernidad, elegancia y tradición se mezclan en una propuesta que ha traspasado la mediana pantalla vistiendo los cuellos de algunos personajes como Manuel Baqueiro de ‘Amar es para siempre’, o el del actor Joaquín Reyes, quien por casualidad, se fijó en uno de sus diseños a través de la revista GQ.
Desde la clásica seda negra hasta terciopelos y estampados en superhéroes. Hablamos con los zaragozanos creadores de la llamativa marca especializada en complementos de hombre Ramalana, que nos cuentan cuáles son las claves del éxito de sus pajaritas y su intención de trasladar la pajarita a la calle de una forma mucho más casual y urbana.
-¿Cómo surgió la idea de crear una empresa especializada en pajaritas?
-José Luís López: Surgió hace dos años, somos amigos desde hace muchísimo tiempo y teníamos claro que queríamos emprender. Siempre estábamos planteándonos en hacer esto y lo otro, y después de descartar muchas ideas nos decidimos por empezar este proyecto. Estamos especializados en pajaritas, aunque ahora también estamos haciendo otros complementos para hombres, corbatas, pañuelos de bolsillo, tirantes, y alpargatas.
-¿Teníais interés por el mundo de la moda?
-Nos gustaba mucho, y una de las cosas que veíamos es que para hombre la moda está poco explotada a nivel del consumidor normal, no de alta gama. Pensamos que hay poca oferta de complementos para hombre un poco más originales y diferentes. Por eso al principio empezamos a hacer pajaritas para nosotros y pensamos en que si a nosotros nos gustaba, habría más personas a la que podría gustarles también. No entendíamos que las pajaritas que veíamos en la mayor parte de tiendas fueran negras o con colores oscuros y sabíamos que nosotros podíamos aportar un poco más de colorido.
-¿Cómo fue crear la primera pajarita?
-Bueno, no hubo una primera, sino muchas. Ya que nos lanzábamos a algo, queríamos hacerlo a lo grande. Ahora mismo igual tenemos 300 productos diferentes. En las primeras había algunas con un toque oriental, de terciopelo en colores vivos, verdes, granates y otras hechas con algodón en estampados divertidos como es una que hicimos con dibujos de patatas fritas. Eran diseños que no se podían encontrar en ningún lado.
-¿Os ha resultado difícil enfrentaros a trazar los primeros patrones sin tener nociones en Diseño de Modas?
-La verdad es que las primeras pruebas las hicimos nosotros pero como ninguno somos diseñadores de moda, el tema de hacer patrones fue un poco como hacer maquetas y planos en nuestros ámbitos, sabíamos más o menos como plasmarlo pero prácticamente desde el inicio contámos con un taller que nos las confecciona y las cose a mano de forma artesanal.
-¿Por qué este nombre?
-Ramalama es algo que nos une, una palabra que en sí no significa nada, pero que nos define mucho en cuanto a la locura y los cambios. Viene del nombre de la canción Ramalama de Róisín Murphy, la cantante de Moloko.
-¿Cómo ha recibido el público zaragozano, que habitualmente se define como clásico, un complemento tan atrevido?
-En Zaragoza está funcionando muy bien, aquí vendemos en varias tiendas conocidas. Siempre dicen que somos muy modernos y atrevidos con nuestros estampados, es nuestra identidad y la gente nos reconoce sobre todo por eso. Realmente estamos sorprendidos de que haya gustado tanto.
-¿Hay gente atrevida en Zaragoza?
-Lo cierto es que sí, aunque nuestro objetivo es que la gente aprenda a llevar la pajarita, y sobre todo, que se vea con ella. Al principio nos empeñamos en hacer modelos más casuales y urbanos utilizando materiales como el algodón para poder llevarlas por el día sin tanto brillo, con polo por ejemplo, pero eso todavía no se entiende. Muchas veces nos dicen la típica frase de “no, es que yo soy de corbata”. Esto no es ser del Madrid o del Barsa, si te gusta, pruébatela. Los que se atreven vienen con la idea de empezar por algo clásico como la seda, y terminan llevándose lo más loco que tenemos (se ríe).
-¿Qué se siente al ver vuestras pajaritas por la calle?
-Alguna vez si me he cruzado con alguna, a mí me hace mucha ilusión que la gente aprecie nuestro trabajo. Tenemos un trato muy cercano con los clientes, muchas veces se las llevamos nosotros personalmente si es por aquí cerca en Zaragoza y es estupendo poder ver la reacción. Normalmente se sorprenden y te comentan si se la imaginaban así o no, la verdad que eso nos gusta. También que a las tiendas de Zaragoza, a las que entramos de forma totalmente accidental, se hayan fijado en tu producto y lleven dos años vendiéndolo te llena.
-Parece que las modas siempre van acompañadas de diseñadores o celebrities que marcan la tendencia y que aportan a ciertas prendas o complementos una mayor visibilidad, ¿algún famoso se ha interesado ellas?
-Pues la verdad es que tuvimos bastante suerte, el año pasado, de repente, vimos que la revista GQ, hablando del tipo de ropa que debían llevar los asistentes en la ceremonia de los Goya, colocó una foto de nuestras pajaritas, y nadie sabe cómo, se colaron en el Showroom. Joaquín Reyes acudió con una de ellas, y, en la misma revista, con esta mentalidad que tenemos todos sumamente arcaica, fue criticado. No era problema de la pajarita en sí, sino que no la veían para ese evento en concreto. También hemos tenido la suerte suerte de que hemos estado vistiendo a los personajes de ‘Amar es para siempre’, confeccionando unos 8 conjuntos de chaleco, pañuelo de cuello, pañuelo de bolsillo y pajarita.
-¿Qué famosos crees que han ayudado a poner de moda las pajaritas?
-Yo creo que uno de los que más ha hecho por la pajarita ha sido Tom Ford. Después Keyne West o Justin Timberlake por ejemplo, son gente que viene del mundo de la canción, un mundo más libre que el cine, que todavía es algo clásico, en el que casi es un punto a favor llamar la atención y que ha marcado un antes y un después en el paso de la corbata a pajarita. Esta tendencia se debe además a que cada vez trabajamos más con traje y corbata y en el momento que llega un evento especial, te apetece refinarte un poco y ponerte una pajarita.
-¿Cómo os inspiráis para crearlas?
-Realmente nos interesa mucho el mundo de la moda y nos empapamos de todo lo que hay, las ultimas colecciones de Moschino de patatas fritas por ejemplo, que ya habíamos hecho algo así, nos ha llamado mucho la atención, diseñadores poco conocidos que nos impactan como Bobby Abley, también con los clásicos, Versace con sus estampados de leopardo con cadenas, esas cosas nos encantan. Hay un poco de todo, no solo nos inspiramos con la moda, sino un poco de todo.
-¿Qué materiales utilizáis?
-Utilizamos seda brocada, seda, algodones y lanas. Hemos utilizado también algodones plastificados, vamos innovando según nos apetece.
-¿Esta locura de color y energía se plasma también en vuestra forma de vestir?
Si que nos gusta mucho vestir diferentes y de vez en cuando comprarte algo de algún diseñador que sea muy llamativo, de hecho me hice una camiseta entera de confeti, también estampados de selva o de loros, que a la gente le sorprenden mucho.
-Y por último, ¿a cuál de ellas le tienes más cariño?
-Tengo una que le tengo mucho cariño que es la Paisley Azul Eléctrico con la que conseguimos por un lado mezclar lo clásico con lo moderno. Es una de las más vendidas porque es diferente. Otras de las que más éxito tienen son a las que llamamos ‘Tradición’ que están inspiradas en los trajes regionales aragoneses.