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María e Ibon: «Edimburgo ofrece una mezcla muy atractiva de espacios naturales, lugares emblemáticos y ocio»

Ibon y María en el Lago Ness.

 

María e Ibon en Victoria St, en Edimburgo.
María e Ibon en Victoria St, en Edimburgo. / Foto: María e Ibon

Marta Plano. /María e Ibon forman una pareja zaragozana que en enero de 2010 decidió trasladarse a Perth, Escocia, con el objetivo de pasar un año en el país aprendiendo inglés. Su idea inicial era pasar ese año en el extranjero y después regresar a España para trabajar como químicos, ciencia en la que se formaron en la Universidad de Zaragoza.

Tras pasar tres meses en un ‘college’ haciendo un curso de inglés, encontraron empleo en hostelería, lo que les permitió generar unos ingresos para continuar con sus estudios. Durante un año y medio mejoraron sus condiciones laborales, pero finalmente decidieron cambiar de planes y marchar hacia Edimburgo, donde esperaban encontrar nuevas posibilidades al tratarse de una ciudad más grande.

A los tres años consiguieron finalmente su objetivo: la empresa Rockwell Solutions, dedicada a la producción de tapas de plástico para envasado de distintos tipos de comida les llamó para ofrecerles un puesto de trabajo a cada uno. Hoy María es encargada del departamento de control de calidad e Ibon encargado del departamento de I+D.

María cerca de  Loch Katrina.
María cerca de Loch Katrina. / Foto: María

– ¿Es muy diferente el estilo de vida en Escocia al de España?

– La verdad es que mucho. Empezando por los horarios, en Escocia el horario de trabajo de oficina es de 9 a 17 horas. La gente se suele despertar sobre las 6:30 o 7:00, hora a la que desayunan, comen sobre las 12:00 y cenan entre las 18 y las 19 horas al llegar a casa del trabajo, así les queda tiempo de ocio después de cenar.

La comida también es completamente diferente. Hay mucha gente que desayuna un bocadillo o el típico desayuno británico (huevos, salchichas, bacon y judías con tomate). A la hora de la comida suelen tomar un bocadillo o los típicos pasteles de carne de aquí (pies) acompañado por una bolsa de patatas fritas y algún pastel. La cena es más parecida a lo que sería la comida en España. Las comidas en general son más precocinadas y con muchos fritos y pocos vegetales.

– Ambos habéis conseguido situaros a la cabeza de un departamento en una empresa, ¿ha sido duro el camino hasta aquí?

– Bastante durillo, nos ha costado mucho esfuerzo llegar hasta dónde estamos ahora. Aquí en general son muy patrióticos y si tienen que elegir entre alguien de Escocia o de fuera suelen elegir al de aquí, lo cual nos pone las cosas un poco más difíciles a los extranjeros.

Cuando llegamos aquí empezamos a trabajar en una gran cadena de cafeterías con la idea de subsistir y mejorar el inglés, pero en principio nunca nos planteamos el estar mucho tiempo trabajando de cara al público porque queríamos encontrar trabajo de químicos. Durante el primer año estuvimos enviando currículums a todo tipo de ofertas de trabajo en nuestro campo, pero al tener una titulación extranjera, no es nada fácil que las empresas se interesen en ti. Mientras tanto, nos surgió la oportunidad de progresar internamente en la empresa en la que estábamos y con mucho trabajo y sacrificio, en un par de años, conseguimos hacernos managers en diferentes tiendas. Poco a poco, nos ganamos la confianza de nuestros jefes y nos fueron colocando en tiendas que requerían mayor responsabilidad y que nos dieron la experiencia para poder dar el salto a nuestro campo cuando, tras cinco años viviendo en Escocia, se nos presentó la oportunidad.

– ¿Creéis que en España hubierais tenido las mismas oportunidades?

Ibon en Kinnoul Hill en Perth.
Ibon en Kinnoul Hill en Perth./ Foto: Ibon

– Bueno, eso nunca se sabe, pero tal y como está el mercado laboral en España es muy probable que no. Cuando terminamos la carrera, en 2009, estuvimos un año buscando oportunidades en Zaragoza y por España y no tuvimos suerte. En España es muy difícil encontrar empresas que estén dispuestas a dar oportunidades a gente joven sin experiencia porque eso siempre conlleva un riesgo y muchas veces es más fácil ir a lo seguro.

El problema de eso es que hay muchos jóvenes con gran potencial que jamás consiguen una oportunidad y ese talento se pierde. En otros países, como Escocia, las empresas son conscientes de que necesitan un flujo de trabajadores jóvenes que vayan ganando experiencia y que estén preparados para ocupar puestos más importantes cuando sea necesario.

También son muy conscientes de que alguien que ha empezado desde abajo en la empresa, adopta la filosofía de la misma y siempre será más fiel y se adaptará más rápido a nuevos cargos, que alguien que empieza de nuevas en un puesto de trabajo superior.

Es por eso que hay muchos españoles que ocupan puestos importantes y triunfan en el extranjero, porque en España hay talento pero es muy difícil encontrar oportunidades.

– Trabajáis en la misma empresa aunque cada uno en departamentos diferentes. ¿Qué podéis contarnos de vuestro trabajo?

– Trabajamos en una empresa llamada Rockwell Solutions que se dedica a fabricar tapas para envasado de comidas precocinadas, yogures, etc… María trabaja en el departamento de control de calidad y se dedica a asegurarse que la empresa cumple toda la normativa nacional y europea y de que todos los productos que se envían a los clientes cumplen con los estándares de la empresa.

Yo (Ibon) trabajo en el departamento de investigación y desarrollo donde además de ayudar a los clientes a elegir el producto que mejor se ajusta a sus necesidades, desarrollamos nuevos productos e incluso trabajamos para crear productos que cubran las necesidades específicas de algunos grandes clientes.

– ¿Cuáles son vuestros planes de futuro? ¿Entra España en ellos?

Ibon y María en el Lago Ness.
Ibon y María en el Lago Ness. / Foto: Ibon y María

– En cuanto a trabajo se refiere, actualmente estamos muy contentos y nos gustaría seguir aprendiendo y progresar dentro de la empresa.

Por otro lado, en lo personal, echamos de menos Zaragoza que es donde están nuestras familias y amigos y en un futuro nos gustaría volver, pero eso dependerá mucho de cómo se desarrollen las cosas en España y de las oportunidades que se nos presenten. Lo cierto es que uno nunca se olvida de su casa y siempre se tiene la esperanza de poder volver.

– Antes de vivir en Edimburgo estuvisteis residiendo en la ciudad escocesa de Perth. ¿Hay muchas diferencias entre vivir en la capital del país o en una ciudad?

– Perth es una ciudad pequeña, de unos 50.000 habitantes, y Edimburgo tiene unos 500.000 habitantes. Edimburgo es muy parecido a Zaragoza en cuanto a tamaño y servicios, y ofrece una mezcla muy atractiva de espacios naturales, lugares emblemáticos y ocio. Escocia es un país muy turístico y en especial Edimburgo, que es la ciudad con más turistas al año por habitante en todo el mundo. Por ello, hay muchísimos restaurantes, cafeterías y muchos sitios a los que ir.

erth, por ejemplo, es completamente diferente. A parte de la diferencia en tamaño, la vida es mucho más tranquila, hay incluso más acceso a espacios naturales y prácticamente todo el mundo te conoce. Lo único malo es que no hay tantos servicios cómo transporte público, lugares de ocio, etc… Se podría decir que es casi cómo vivir en un pueblo grande. De todos modos, cualquiera de las dos ciudades son preciosas y merece la pena visitarlas si se tiene la oportunidad.

– Este invierno está siendo especialmente duro en España. ¿Ocurre este mismo fenómeno en Escocia?

– El invierno en Escocia suele ser durillo. Empieza a hacer frío en septiembre/octubre y el cambio hacia la primavera se empieza a notar en abril o así. Se hace un poco largo.

Este año ha sido peor que los dos anteriores. Hemos tenido cuatro o cinco nevadas abundantes. Pero lo peor de todo es la lluvia, en enero y la primera mitad de febrero llovió prácticamente todos los días y el suelo de la calle estaba mojado a todas horas. Cuando el tiempo está así, no apetece mucho salir a la calle.

– ¿Qué imagen tienen los escoceses de los españoles?

– Buena pregunta. Tienen la imagen de que en España hace calor todo el año y que todo es irse de fiesta y poco trabajar. Lo que más nos repiten es el tema de la siesta e incluso tienen una expresión que es ‘mañana, mañana’, refiriéndose a que los españoles no tenemos prisa por hacer nada.

Cuando sale cualquier cosa de España por la televisión, nos ponen un poco cómo un país tercermundista, pero les encanta nuestro clima, la comida y el estilo de vida. Por otro lado, también tienen la imagen de que somos graciosos, buenos deportistas y que tenemos una belleza exótica. Al final, lo cierto es que a una gran parte de los escoceses les encantaría vivir en España y muchos de ellos lo hacen cuando se retiran.

– ¿Es fácil relacionarse con ellos?

– Sí, dentro del norte de Europa, son lo más parecido en cuanto a carácter a los españoles. Los ingleses son un poco más serios y siempre da la sensación de que miran a todo el mundo por encima del hombro, sin embargo los escoceses son más rockeros, un poco más brutos y es más fácil entablar conversaciones con ellos. Aunque al fin y al cabo, siendo extranjero siempre te ven como tal y cuesta un poco más integrarse.

– Si hay algo más que queráis añadir…

– Muchísimas gracias a Zaragoza Buenas Noticias por darnos la oportunidad de contar nuestra historia y esperamos que haya muchas y muy buenas noticias para todos los zaragozanos, aragoneses y españoles donde quiera que estén.

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