Luis González. / Por sí solo, este rincón de la Sierra de Guara es un paraíso todo el año. Y por esta razón y alguna más que iremos comentando, os propongo incluir en vuestros planes para el fin de semana este destino.
Otra de las razones que os animarán a escoger esta propuesta, es la cercanía del lugar; saliendo de Zaragoza cogemos la A23 dirección Huesca, una vez ahí siempre con dirección Barbastro hasta que llega el desvío que nos lleva a Loporzano. En esta localidad se encuentra el embalse, cuyas indicaciones nos llevan al parking de la presa de Vadiello. No tiene perdida dado que la carretera no continúa mucho más.
El embalse se nutre del río Guatizalema, y sus aguas son navegables, siempre que no usemos medios a motor y que tomemos las medidas oportunas para evitar la propagación de especies invasoras. Así que si no tenemos, podemos alquilar un kayak y remar un poco para tener otra perspectiva del lugar.
También podemos disfrutar de la escalada en vías sencillas de pocos metros, bien equipadas y con reseñas que podemos encontrar fácilmente en internet, o si nos apetece sudar un poco; tenemos vías de varios largos, y grados más altos para apretarle un poco más. Otra muy buena opción para terminar el día rendidos es la Ferrata Canal del Palomo, pero que como nos aleja un poco de nuestro principal objetivo, que es el embalse, hemos decidido dejarla para otra ocasión.
Pero si lo que nos apetece es gastar suela y llevarnos un amplio recuerdo del entorno, podemos realizar el recorrido que se propone a continuación: Desde el aparcamiento del embalse, el sendero comienza atravesando el pequeño túnel que conduce a la presa. Tras pasar sobre ella, comienza una pista de tierra, por la que se asciende durante unos 2 kilómetros, hasta encontrar una señal que marca el desvío a la izquierda por la senda que conduce a la ermita de San Cosme y San Damián.
Nada más tomar esta senda, se pasa junto al esconjuradero de la Cruz Blanca. Desde aquí, se desciende hacia el barranco y, tras unos 20 minutos, se alcanza la entrada al Santuario de San Cosme y San Damián. A partir de este punto, se toma la pista de tierra en dirección al Huevo de San Cosme, y a unos 300 metros se encuentra la Fuente Santa, un precioso rincón donde hacer una parada en las mesas de piedra junto a la fuente que da nombre a la ermita.
Siguiendo la pista aparecen otras dos ermitas antes de alcanzar el desvío a mano izquierda hacia el Huevo de San Cosme. Una vez en el Huevo, se debe retornar por la misma senda hasta la pista y una vez en ella, se continúa en dirección hacia el embalse de Vadiellopor el alto de la Carrasca, punto en el que la pista comienza a descender hasta llegar nuevamente a la presa.